Las primeras pinceladas de la estrategia de Gobierno del nuevo presidente Mariano Rajoy tuvieron ayer aprobados, con pros y contras, pero sobre todo, la petición de una mayor concreción para valorar con más fundamento su repercusión. La satisfacción fue más palpable, a priori, en la esfera empresarial, sobre todo a partir de medidas como el anuncio de que no se cobrará por adelantado el IVA de las facturas impagadas, o la designación de un Ministerio que potencie específicamente el papel de la agricultura.

La mayor oposición la mostraron los sindicatos, pues aun con incentivos para el empleo, subrayaron que lo necesario es activar la economía para crearlo y dudaron de que así sea si la prioridad es ajustar el déficit. Otro asunto que les preocupa es que para el cálculo de la pensión se tenga en cuenta toda la vida laboral, lo que bajaría la cuantía. H