Una persona cercana a Jorge Fernández Díaz comentaba hace unos días que este se había quedado "muy tocado" cuando Mariano Rajoy anunció que Jesús Posada presidiría el Congreso. Ese era un puesto soñado por quien fuera cabeza de lista del PPC por Barcelona en las pasadas elecciones, pero él recurrió a la resignación cristiana (es un fervoroso creyente) y no perdió la esperanza. "Cada día tiene su afán" es su máxima, por lo que siguió trabajando para su líder... hasta que ayer llegó la recompensa.

"Jorge siempre ha sido fiel, por lo menos a mí", le agradeció Rajoy en un mitin del PP. Le acompañó como secretario de Estado cuando el hoy presidente era el ministro de Administraciones Públicas (de 1996 a 1999) y le siguió en el Ministerio de Educación (de 1999 al 2000). Le defendió también cuando el ala más dura de su partido dudaba de su liderazgo tras la derrota electoral del 2008, y ahora se convertirá en una pieza clave de su Gobierno para afrontar los estertores de ETA e intentar mantener las bajas cifras de mortalidad en la carretera. "Siempre ha habido un ministro catalán en el Gobierno de España", recordó Fernández en campaña. RAFA JULVE