En el caso Babel, la pieza número 25 del caso Palma Arena, están imputadas, además de Iñaki Urdangarín, otras 13 personas. Nueve de ellas comparecerán ante el juez José Castro entre el 5 de enero y el 6 de febrero. La ronda de interrogatorios la abrirá Diego Torres, mano derecha del duque de Palma y presunto cerebro de la red, y la cerrará el marido de la infanta Cristina.

El magistrado ha convocado a Torres para que le explique el entramado empresarial que montó para ocultar en paraísos fiscales los abundantes beneficios que obtuvo junto al yerno del Rey para pagar menos al erario. Economista, Torres es un experto en estrategia empresarial y patrocinio. Conoció a Urdanga-rín en las aulas de Esade, una elitista escuela de negocios de Barcelona que prescindió de sus servicios al estallar este escándalo. Está imputado desde junio del 2011 y, según fuentes de la investigación, su relación con el duque de Palma se ha enfriado.

VÍNCULOS FAMILIARES El mismo 5 de enero también acudirán al juzgado la mujer de Torres, Ana María Tejeiro, y sus cuñados Marco Antonio Tejeiro y Miguel Tejeiro. Todos ellos fueron directivos de la fundación Nóos. La jornada terminará con la declaración del abogado especializado en derecho mercantil y derecho internacional Salvador Trinxet, que tiene abierta una página web y que, según la agencia de noticias Europa Press, trató de hacerse con el control de la filatélica Afinsa en el 2009 a través de una sociedad que comparte domicilio social en el Reino Unido con una entidad relacionada con Urdangarín.

El día 25 les llegará el turno a tres excargos del Gobierno balear. El primero es el exregatista José Luis Ballester, alias Pepote, que fue compañero de regatas de las infantas y es amigo personal del duque de Palma. También fue director de Deportes durante la etapa de Jaume Matas al frente del Ejecutivo regional.

OTROS ESCÁNDALOS Asimismo, declararán el exdirector de la fundación Illesport Gonzalo Bernal y el exgerente del Instituto Balear de Turismo Juan Carlos Alía, que tuvo que dimitir en el 2004 al verse salpicado en el caso Rasputín, en el que el Gobierno balear computó como gasto oficial siete entradas en un pros-tíbulo de Moscú que luego fueron pagadas por Alía. En este caso también están imputados, entre otros, Jorge Vela, exdirector de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, y José Manuel Aguilar, su antecesor.