“El consumidor chino con dinero prefiere el azulejo importado al producto local”. Así de rotundo se muestran los expertos del Icex a la hora de valorar la conducta de los compradores asiáticos. Y es que es indudable que la innovación y el diseño que aplican las marcas españolas a la hora de desarrollar sus colecciones. Un proceso que, sin embargo, no está exento de la falsificación, uno de los grandes problemas que tiene operar en este mercado. De ahí que los expertos recomiendan a las empresas que, la primera acción debe ser registrar sus marcas, una situación que no evita la copia, pero que sí permite después poder emprender acciones jurídicas que defiendan la propiedad intelectual.

No es la primera vez que en ferias se ha denunciado a empresas chinas por copiar productos. H