Decenas de miles de personas salieron ayer a la calle en Valencia para expresar su rechazo a la reforma laboral y a la política de recortes sociales del Gobierno central. La multitudinaria marcha discurrió por el centro de la capital y al pasar por la sede de la Delegación del Gobierno, los manifestantes pidieron la dimisión de la actual delegada, Paula Sánchez de León, al tiempo que gritaron consignas como “esta reforma, la vamos a parar”.

Momentos antes de comenzar la marcha, el secretario general de UGT-PV, Conrado Hernández, mostró su “satisfacción” por el seguimiento de la huelga y explicó que tanto la jornada de paro como la manifestación son “un toque de atención importante al Gobierno central”. Además, insistió en que la solución a la crisis “no está en la imposición, sino en el diálogo”. Su homólogo en CCOO-PV, Paco Molina, destacó la “contundencia” del seguimiento de la huelga y subrayó que no se produjo ningún incidente destacable, algo que sirve “para dejar en ridículo a quienes quieren utilizar la huelga como una confrontación”, aseveró. H