La jornada de huelga general también afectó al sector del transporte público. Pese a que los servicios mínimos funcionaron al cien por cien, según el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, los usuarios se quejaron de la poca frecuencia de los autobuses urbanos y de los trenes. El concejal de Personal del Ayuntamiento de Castellón, Juan José Pérez Macián, especificó que, en los autobuses de la ciudad, “la huelga ha tenido una incidencia media-baja, que no ha impedido la mayoría de desplazamientos del servicio”.

A pie de calle, algunos usuarios de las líneas 10, 11, 12, ó la 6 y 2 se quejaban de los tiempos de espera, que llegaron hasta los 120 y 90 minutos, en unos servicios mínimos que se acabaron a las 20.00 horas. Muchos estudiantes de la UJI optaron por el TRAM para acceder al campus, aunque el bus guiado quedó bloqueado unos minutos por los piquetes en el Ágora.

La única incidencia ocurrió a las 2.00 horas, en las cocheras de Hicid, donde unos desconocidos rompieron la luna de uno de los autobuses interurbanos.

Decenas de trenes fueron cancelados, con un tercio de los trayectos de Cercanías operativos hacia Valencia y Vinaròs, y los Alvia a Madrid y Euromed a Barcelona sin servicio. En las horas punta de llegada y salida con destino a Valencia, sobre las 8.00 horas, solo hubo dos trenes, lo que causó aglomeraciones y retrasos. H