Con muchas horas de dedicación y entrega a la causa socialista llega Ximo Puig a la secretaría general del PSPV-PSOE. Lo hace al segundo intento y con el objetivo de rearmar una federación valenciana rota y dividida desde que perdieron las elecciones autonómicas en 1995 (y son ya 17 años) y el deseo de dotar a los socialistas de un nuevo discurso para recuperar el contacto con la calle y ganar la Generalitat en el 2015.

Tras la elección de los que serán sus compañeros de viaje en esta nueva etapa y decidir el futuro de Jorge Alarte, el paso más difícil que tendrá que dar es abandonar la alcaldía de Morella, uno de los escasísimos bastiones socialistas en una provincia en cuyo mapa predomina el color azul del PP. Alcalde desde 1995, ha sido jefe de Gabinete del president Joan Lerma. La etiqueta de lermista siempre le ha acompañado, aunque él no se cansa de repetir que hay que dejar de lado cuanto antes las familias y las cuotas.

Ximo Puig nació en Morella hace 53 años. Comenzó su andadura profesional como periodista, aunque pronto cambió la prensa escrita por la política. Fue diputado provincial, diputado en Les Corts Valencianes y se ha ocupado de tareas internas en el PSPV-PSOE, por lo que nunca no se ha desvinculado del entramado orgánico del partido. Lejos de desgastarse, Puig ha logrado aglutinar en su entorno a sectores del partido hasta el punto de que hoy cuenta con el apoyo de la mayoría. A pesar de las victorias del PPCV él no ha perdido ni un metro de terreno en Morella y se ha mantenido como referente de los socialistas en la Comunitat.

RECORRIDO // Hace tres años y medio intentó su primer asalto a la secretaría general pero ganó Jorge Alarte por 20 votos. Lejos de esconderse, evidenció ser un hombre de partido y se mostró elegante y generoso. Pidió a los que le habían apoyado (la mitad del partido) que no castigaran a Alarte y se comprometió a estar a su lado cuantas veces le necesitara. Tanto fue así que tras la derrota histórica de los socialistas en las últimas elecciones autonómicas y ante las tremendas presiones por parte de muchos sectores del partido que pedían la marcha de Alarte, el castellonense le tendió la mano para que aguantara. El pacto se mantuvo hasta la misma noche de las últimas generales, donde el de Morella salió elegido diputado nacional por Castellón y decidió que era hora de asumir de nuevo responsabilidades en el partido y presentar una alternativa en firme al secretario general.

GESTOS // Los que le rodean valoran que tenga las ideas claras y que nunca dé bandazos. Fue significativo que en el cónclave del 2008, aún perdiendo ante Alarte, los delegados de las tres provincias aprobaran justamente las propuestas que había presentado Puig en forma de enmiendas a la ponencia marco. El morellano ha reforzado su ya marcado perfil valencianista en esta carrera que le ha llevado a la secretaría general y tiene su vista puesta en hacer más grande la federación valenciana para recuperar peso orgánico en Ferraz. Que se cuente más con el PSPV-PSOE. Es solo uno de los muchos retos que tiene marcados desde ayer mismo Ximo Puig. El más importante, ganar las elecciones en el 2015 en la Comunitat Valenciana. H