La ejecución de los proyectos de mejora de las carreteras de Castellón no invitan tanto al optimismo como puede ser, al menos en cuanto a declaraciones oficiales se refiere, como en el caso de las infraestructuras ferroviarias. El Ministerio de Fomento ya hizo saber a los castellonenses en sus presupuestos que no hay dinero para la mejora de los ejes terrestres, por lo que los anhelos, largamente reinvindicados por los empresarios de todos los sectores, quedarán un año más en el cajón. Entre las obras pendientes están el desdoblamiento de la nacional 340 entre Castellón y Orpesa, la ejecución del acceso norte al puerto, la prolongación de la autovía A-7 del aeropuerto hasta Tarragona, la conversión de la N-232 en la autovía A-68 o la creación del tercer carril para la actual A-7 entre Sagunto y Nules.

El Ministerio, que también tiene pendiente la concesión de los permisos para la entrada en funcionamiento del aeropuerto, solo prevé 2.983.000 euros, una cifra insuficiente para culminar el proyecto, que se eterniza. H