El Gobierno está dispuesto a echar el aguante a todos aquellos que defraudan a la Seguridad Social. El Ministerio de Trabajo aprobó el pasado abril un plan especial contra la economía sumergida y en Castellón, en los últimos dos meses, se han reactivado todos los controles.

La inspección de trabajo de Castellón, formada por 12 inspectores y 13 subinspectores, tiene su mirada puesta en todos aquellos que cobran el paro sin haber cotizado antes. “Ahora mismo estamos especialmente atentos a todos los movimientos de altas y bajas con el objetivo de evitar posibles fraudes a la Seguridad Social”, explica Antonio Moreno, jefe de la Inspección Provincial.

Fue precisamente desde la inspección de Castellón de quien partió la sospecha que acabó hace una semana con la detención de un centenar de personas y permitió desmantelar una banda que creó varias empresas fantasma para contratar a trabajadores de origen extranjero en puestos de trabajo inexistentes y que pudieran así cobrar el subsidio de desempleo o crear expectativas de futuras prestaciones.

SALONES DE BODAS // Pero, además, los inspectores han reforzado los controles en los salones provinciales donde se celebran bodas y comuniones. “Es una de las grandes novedades de este año y lo que se pretende detectar es si hay empresas que ofrecen trabajo ilegal”, destaca el jefe provincial del servicio.

En los próximos meses, las actuación en materia de inspección van a continuar en aumento. “Se centrará fundamentalmente en la hostelería, aunque también en el sector del comercio y de la construcción, sobre todo, en pequeñas obras como reformas, donde se han detectado algunas bolsas de fraude”, dice Moreno.

El grueso de las irregularidades detectadas en los últimos meses tienen que ver con trabajadores que operan en negro y, en menor medida, personas que trabajan y cobran el subsidio del paro. H