Constructores y promotores castellonenses necesitan “ya” estabilidad en los precios y claras referencias en los precios mínimos de las viviendas para desbloquear un mercado en el que la incertidumbre y la expectativa de poder comprar todavía un poco más barato frenan las ventas entre aquellos consumidores que tienen el dinero y quieren adquirir un piso o una casa.

Es una tendencia que no hace sino acentuar el anuncio de las rebajas que aplicará la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) o banco malo a los inmuebles que reciba de las entidades financieras.

Estos argumentos resumen una situación sobre la que el presidente de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (APECC), Fermín Renau, explica, además, que en estos momentos “vendemos alguna vivienda, siempre a gente que tiene el dinero y exige descuentos muy altos, y son tan pocas que las transacciones no marcan precios de mercado de referencia”.

Sin embargo, desde su punto de vista, “el Sareb tendrá muchas viviendas y sí podrá poner precios que se ajusten a las opciones de mercado”. Que esa referencia sea una realidad es imprescindible, porque, indica, la posibilidad de rebajar aún más los precios frena el cierre de operaciones.

Renau valora que “los precios de descuento con los que las viviendas pasan a la Sociedad de Gestión se quedarán cortos al llegar al mercado y, mientras que los pisos no tengan asignados precios reales, no adelantaremos”. El empresario concluye que el sector no podrá resistir mucho más en la situación actual.

El representante de los agentes inmobiliarios castellonenses, Francisco Nomdedéu, muestra también su preocupación por la incertidumbre existente sobre los precios de la vivienda en relación con el banco malo y duda de que vayan a bajar con el Sareb, “porque quien se quede las viviendas querrá obtener plusvalías”. H