CatalunyaCaixa, Bankia, NovaCaixaGalicia y el Banco de Valencia deberán reducir su tamaño en más de un 60%, eliminar la mitad de sus oficinas y despedir a un tercio de sus trabajadores como contrapartida a la nueva inyección de capital público de 37.000 millones que recibirán para sanearse, según los planes de reestructuración aprobados ayer por la Comisión Europea. Esta ayuda pública, financiada por el Mecanismo Europeo de Estabilidad, sumada a las recibidas anteriormente, eleva el coste público hasta ahora del saneamiento de las cuatro entidades a 67.000 millones de euros.

La nueva ayuda procedente del fondo de rescate europeo se distribuirá en: 17.960 millones para Bankia, 9.080 millones para CatalunyaCaixa, 5.425 millones para NovaCaixaGalicia y 4.500 millones para el Banco de Valencia. El saneamiento de las entidades reducirá no solo su tamaño sino también sus actividades de forma significativa, ya que "deberán centrarse en los préstamos a familias y a pequeñas y medianas empresas en sus regiones históricas de origen", subrayó el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, tras aprobar los planes de reestructuración. El comisario responsabilizó de los draconianos ajustes y despidos a "quienes gestionaron mal estas entidades". "Saldría una lista larga", subrayó Almunia.

EXIGENCIAS CONCRETAS Como compensación de las ayudas públicas, las entidades están obligadas, en primer lugar, a reducir su tamaño y actividad en más de un 60% respecto a su situación en el 2010 antes de diciembre del 2017, precisó Almunia. Los titulares de deuda subordinada y participaciones preferentes sufrirán una pérdida importante de sus inversiones como contribución al saneamiento de la entidad, que el comisario no quiso cuantificar.

Las entidades tendrán que desprenderse en ese periodo de cinco años del 50% de su actual red de oficinas, con la consiguiente reducción sustancial de plantilla, añadió Almunia.

Las cuatro entidades cederán activos inmobiliarios problemáticos al banco malo por valor de 45.000 millones, a un precio que supone la reducción media del 50% de su valor, explicó Almunia. El Mecanismo Europeo de Estabilidad aportará unos 2.500 millones para financiar la aportación estatal banco malo, la sociedad de gestión Sareb.

La Comisión Europea y el BCE han dictaminado que España cumple las condiciones para recibir el primer tramo del rescate de 39.500 millones. El FMI también aplaudió las condiciones impuestas. El Eurogrupo debe aprobar el desembolso de la ayuda europea el 3 de diciembre y está previsto que el FROB pueda recibir el dinero para recapitalizar las entidades en diciembre.

Bankia, CatalunyaCaixa y NovaCaixaGalicia abandonarán asimismo "las líneas de crédito a favor de promociones inmobiliarias y otras actividades de riesgo, limitarán su presencia en el mercado financiero al por mayor" y "venderán participaciones industriales y filiales". Las tres entidades tendrán limitada la retribución de sus consejeros y ejecutivos durante la duración del plan de reestructuración y no podrán utilizar los fondos del rescate para "prácticas comerciales agresivas". Bankia y CatalunyaCaixa además "cederán los títulos de renta fija que poseen en su cartera de valores negociaciones y de tesorería" y CatalunyaCaixa "también cederá la totalidad de sus fondos de capital riesgo", precisó Almunia.

VENTA O LIQUIDACIÓN Bankia será la única de las cuatro que sobrevivirá como banco independiente. CatalunyaCaixa y Nova Caixa Galicia deben venderse antes de finalizar el 2017 o en caso contrario serán liquidadas de forma ordenada, advirtió el comisario. El Banco de Valencia ya ha sido vendido a CaixaBank y desaparecerá como entidad. En las preferentes se aplicará una reducción de su valor según de la situación de cada entidad .