La caída del ahorro de los castellonenses se ha acelerado de forma intensa hasta alcanzar un ritmo de 155 millones de euros al mes. Los últimos datos del Banco de España revelan que en el transcurso del tercer trimestre del 2012 el dinero que los ciudadanos de la provincia guardan en bancos y cajas pasó de 12.070 millones de euros a solo 11.605, lo que supone un descenso de 465 millones en el plazo de noventa días.

Este ritmo de disminución del colchón económico del sector privado de la provincia --empresas y familias-- multiplica casi por cinco el del último promedio interanual. De hecho, entre septiembre del 2011 y el mismo mes del 2012, los depósitos en las entidades financieras se rebajaron en un total de 1.231 millones, casi 103 millones menos cada mes.

Lo cierto es que no fue hasta el último tramo del 2011 cuando se inició la caída del ahorro en Castellón, ahora muy acelerada.

resistencia // En este sentido, el economista castellonense Enrique Domínguez interpreta que, “de algún modo, en los primeros años de la crisis, en el ámbito familiar, se fueron recortando gastos que no fueran fundamentales, adaptándose a los cambios económicos, para conseguir guardar alguna cantidad como reservas ante un eventual empeoramiento de la situación”.

Para Domínguez, los números descritos no hacen sino confirmar que ahora “ya no es posible gastar menos y ahorrar”, sino que “no queda más remedio que echar mano de las reservas” a marchas “más o menos forzadas”. Puntualiza que la ausencia prácticamente total de financiación ajena a través de los bancos y cajas es uno de los factores clave que, ante la falta de ingresos, cuando se agotan las prestaciones del desempleo para cada vez más castellonenses, y con el coste de la vida en alza constante, impulsan la exigencia de acudir al dinero que se había ahorrado.

Desde el punto de vista de este economista, además, no ha habido otras alternativas que la falta de liquidez de empresas y ciudadanos, que explican este desplome del ahorro. Según Domínguez, no cabe pensar en un trasvase importante de dinero para colocarlo en productos financieros más rentables.

sin opciones // Asevera que “no hay opción a interpretar que el capital se haya ido a la bolsa, ya que solo en casos puntuales se ha trasladado a los mercados de renta variable, un elemento que en otra situación podría haber explicado la evolución, sumado a las altas rentabilidades de los depósitos por la guerra del pasivo, pero a lo largo del 2012 ya no era así, y ahora tampoco”.

Por su parte, la también economista castellonense y asesora fiscal, Lorena Civera, considera también que todo el volumen de dinero que han perdido los depósitos de los castellonenses en las entidades financieras se están “llevando a liquidez y no se hacen a plazo, porque empresas y familias necesitan poder disponer del efectivo en cualquier momento”.

Civera coincide con Enrique Domínguez en que “no hay trasvase a otros productos financieros” y sustenta su afirmación con el argumento de que, en Castellón, “con los problemas que ha habido en casos como los de las preferentes, hay desconfianza y un cierto temor ante lo que pueda pasar”, de modo que “si hay ahorro, cuando se tiene algún dinero, lo que la gente busca fundamentalmente es seguridad y lo hace a través de los productos cuyo capital está garantizado, como es el caso de los depósitos en bancos y cajas”. H