Esperamos que las cosas mejoren en el 2014 como muy tarde, porque los ahorros de los ciudadanos, el apoyo de las familias, e incluso la opción de salir adelante a través de la actividad en negro, las razones por las que los castellonenses han resistido hasta ahora, ya no serán suficientes”. La frase, del experto en consumo y sociedad en Castellón, Juan Carlos Insa, quien valora que la caída en el volumen del dinero que guardan las entidades financieras castellonenses es la consecuencia “lógica” de la crisis, que conlleva una progresiva disminución de los ingresos, en muchos casos hasta su desaparición, al mismo tiempo que sube el coste de los servicios mínimos para subsistir, como la vivienda, la comida y los suministros básicos, como es el caso de la electricidad o el gas.

Insa teme que igual evolución sufran los ahorros de los hogares que aún disponen de algún dinero, con lo que puede llegarse a una “rebelión social de las clases medias en el medio plazo”, por lo que hace votos para que la situación mejore lo antes posible.

necesidad // Esa mejora, que en estos momentos apenas apunta en actividades como la exportación, es también una necesidad desde el punto de vista de autónomos y pymes. A la vista de la caída del ahorro y a la hora de estimar qué puede ocurrir en este año 2013, el presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Castellón (Pymec), Federico Lozano, asegura que “hay un colectivo importante de empresarios que, cuando surgieron las dificultades, apostaron por resistir y son los que lo han logrado hasta ahora y, como mucho, han hecho un ERE, pero apenas han destruido empleo, pero ha sido gracias a sus ahorros personales, a menudo, lo conseguido a lo largo de toda una vida”.

Con esta premisa, Lozano señala que, “si no mejora la situación, me temo que a mediados de año puede que muchas de las empresas que se han mantenido hasta ahora ya hayan caído”.

El presidente de la Pymec pone de manifiesto también que en este primer semestre, “quienes aún tengan algo de dinero guardado también tendrán que echar mano a esa reserva”. Desde el punto de vista de Lozano, a pesar de la cultura de ser empresarios “en este momento ya la aspiración es la de cubrir los gastos y estar en condiciones de llevar a casa un jornal, aunque solo sea con una nómina de mil euros”. H