“Cuando creas una empresa estás totalmente a solas. Tienes que tener a tu alrededor gente que te quiera mucho y que te anime para tirar adelante”. Marta Sales, una emprendedora de 27 años de la Vilavella, sabe bien de las dificultades que se encuentran los jóvenes para optar por el autoempleo. Ella lo logró hace casi un año, en mayo, pero no fue hasta septiembre cuando pudo poner en marcha Alt formació, la sociedad limitada que ha creado y que ofrece una formación a la carta “a todas las empresas”, como destaca.

Más que incentivos, que también, lo que ella echó a faltar en sus inicios fue el necesario apoyo que todo el mundo necesita para dar el primer paso. Una vez logrado con el respaldo de los que le rodean, lo más duro fue encontrar los primeros clientes. “Entonces ya te parece todo más fácil”, sentencia.

Tanto que ella, apenas cinco meses al frente de su empresa, ya está contenta: “La cosa va mucho mejor de lo que esperaba. De momento puedo pagar a todos y me queda un sueldito”. Y es que ella es la única trabajadora a tiempo completo. Lo que hace es encontrar los profesores que cada empresa necesita para desarrollar aquellos puntos que puede mejorar de su gestión. Por ahora, idiomas, cursos de capacitación para transportistas, sobre las redes sociales y de motivación en entornos naturales, son sus principales focos de actividad.

Pero lo que hace novedosa a su firma es que estos cursos se financian a coste cero para sus clientes. Esto se logra obteniéndolos del fondo de la fundación tripartita para la formación (al que cotizan obligatoriamente todas las firmas). Un vez más, una idea novedosa es el germen de todo. H