La magia blanca fue la fórmula que halló el expresidente del CD Castellón José Laparra para solucionar sus problemas amorosos. La pitonisa Lucía Martín --con la que una amiga le puso en contacto hace meses--, le prometió que conseguiría que la mujer que amaba cayera rendida a sus pies si seguía sus consejos. Eso sí, el encantamiento costaba 165.000 euros. Una cantidad que Laparra abonó en la ciudad de Valencia en dos pagos distintos, tal y como confirmaron a Mediterráneo fuentes cercanas al caso.

Así, para cambiar la realidad de las cosas, la hechicera le dijo que debía poner en agua una serie de flores específicas durante, al menos, 40 días. Una vez transcurrido este tiempo, el expresidente del CD Castellón debía lavarse con dicho líquido y dejar que el mismo permaneciera en su piel durante un tiempo, según explicaron las mismas fuentes.

Además, entre otras acciones que realizó y que no han trascendido, Laparra debía ir a un cementerio para recoger tierra. Este, como explicó en su declaración ante la Guardia Civil en el cuartel de Almunia de Doña Godina, donde permaneció detenido 48 horas, “se frotó todo el cuerpo, en numerosas ocasiones, a modo de ritual, con esta tierra procedente del camposanto”.

Asimismo, cada vez que se citaba con la adivina, esta empleaba un idioma arcano, con el que invocaba a los dioses para que el empresario valenciano pudiera hacer realidad sus sueños.

EMBRUJO FALLIDO // Mientras Laparra se sometía a estas acciones de magia y brujería, el encantamiento que esperaba, en cambio, no surgía ningún efecto. Tanto fue así, que pasado un tiempo, y al ver que no había manera de conquistar a la mujer de la que estaba profundamente enamorado, llamó a la pitonisa por teléfono para advertirle que quería que le devolviera el dinero, porque el embrujo no funcionaba, tal y como ella le había prometido. H