Clases vacías, cantinas bajo mínimos y pocos coches en el párking en la ciudad de la UJI que, cada día, atestan 15.000 universitarios, profesores y personal de administración y servicios, en una jornada de huelga general educativa que se dejó notar, y mucho en Riu Sec. Según las cifras del Rectorado, el 99% de los alumnos de Humanidades secundaron el 24-O, el 95% en la Escola de Tecnologia i Ciències Experimentals y en la de Salud, y, poco menos, el 78%, en Económicas y Jurídicas, en un día de “reivindicación contra el tasazo en la educación superior, los recortes continuados y una ley Wert que ahoga a la universidad pública y la mercantiliza, expulsando a muchos estudiantes del sistema”, según Sandra Leiva, portavoz del Consell de l’Estudiantat. “La UJI está vacía contra Wert”, señaló.

El seguimiento entre el profesorado fue del 59%, y del 56% entre el personal de administración. Algunos profesores consultados señalaron que cada día de huelga les cuesta unos 120 euros en la nómina, que en esta ocasión, como en la pasada huelga general, el 9 de mayo, irán a becas.

Desde buena mañana, a las 7.30 horas, los piquetes informativos blindaron tres de las cuatro entradas a la universidad, provocando colas de hasta una hora a trabajadores del Ágora, el Espaitec o el ITC o a los que decidieron no secundar la huelga. Por contra de lo que pasó en Valencia, en Castellón no hubo incidentes de relevancia, sólo “pitidos por los retrasos en el acceso y alguna que otra palabra más alta”, según el Rectorado. Contenedores por el suelo y bengalas sobre el puente de la carretera de Borriol fueron protagonistas de la jornada.

En el CEU-Cardenal Herrera no se notó la huelga ni en alumnos ni docentes, señalan. H