Miguel Barrera es la cara de un elenco de chefs con estrella que tiene la provincia de Castellón. Algunos de los consultados por este periódico ven en la entrega de la estrella Michelin al restaurante Cal Paradís de Vall d’Alba un reconocimiento al trabajo y a la trayectoria de la cocina castellonense.

Lo consideran un premio a la apuesta por el producto autóctono, de Castellón, y consideran que esto “sitúa a la provincia en el mapa gastronómico mundial”. Con ello, se recompensa “la lucha diaria en los fogones” de las decenas de cocineros que día a día trabajan para convertir la gastronomía castellonense en uno de los tirones más importantes del turismo, junto al sol y playa. Castellón se prepara para satisfacer los paladares más exigentes.