Más de uno y más de dos castellonenses, en los últimos meses, ha ido a su sucursal habitual y se ha encontrado con el local vacío. La reestructuración del sistema financiero español, y con ella de los bancos, ha conllevado una profunda remodelación del mapa de sucursales por parte de las firmas, con el inequívoco propósito de ahorrar costes y elevar la productividad. Ni más ni menos que 202 oficinas bancarias menos hay en los 135 municipios de Castellón, lo que implica que se ha pasado de las 655 oficinas que había en septiembre del año 2007 a las 453 que actualmente hay. La extinción de las cajas de ahorro y sus fusiones con bancos llevaron a que en el mapa resultante la mayoría de las firmas tuvieran dos oficinas a muy pocos metros. De ahí los cierres.