El diccionario normativo de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha recibido 117.000 consultas en la web de la AVL desde que fue colgado hace una semana. Internet es la única fuente por la cual se puede consultar la obra, ya que su presentación y publicación en papel se paralizó cuando surgió toda la polémica.

Tras doce años de trabajo, la institución que, según el Estatuto de Autonomía, tiene por función determinar y elaborar la normativa lingüística del valenciano, aprobó el 31 de enero un diccionario normativo con 93.349 palabras con el fin de proporcionar una “obra útil” a los valencianos.

Sin embargo, una de esas definiciones, la de valenciano, ha dado lugar a una polémica en la que ha habido acusaciones políticas, pintadas en la casa del presidente de la AVL y la petición por la Conselleria de Educación al Consell Jurídic Consultiu (CJC) de un dictamen que diga si la AVL puede definir qué es el valenciano. El valenciano es, según el diccionario de la AVL, “la lengua románica hablada en la Comunitat Valenciana, así como en Cataluña, Baleares, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principado de Andorra, la franja oriental de Aragón y la ciudad sarda de l’Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán”. H