La campaña electoral está inaugurada. Faltan 8 meses, pero el debate de política general que ayer se celebró en Les Corts deja claro que tanto el PP, desde el Consell, como el PSPV, Compromís y EUPV, desde la oposición, ya han dado el pistoletazo de salida cara a las autonómicas e mayo del 2015. Alberto Fabra reivindicó su papel como gestor de la Generalitat, mientras el bloque de la oposición, por separado, pero casi al unísono, dio por sentado que es “el fin de un ciclo” y se presentó oficialmente como alternativa de gobierno, asumiendo un discurso y unas formas más moderadas que en debates previos. También aprovecharon sus intervenciones para presentar algunas de sus recetas, dando por sentado que gobernarán, frente a un Ejecutivo “servilista, cansado, agotado, humillado...”. De hecho, Morera desveló sin tapujos que la idea es extender el modelo de tripartito al Consell que ya hay en consistorios como Tavernes o Vila-real.

Fabra se reivindicó. En su intervención, evidenció que su gobierno tiene propuestas e hizo un discurso en clave muy económica, con profusión de datos para acreditar que “estamos mejor que hace tres años”. A partir de ahí, desgranó una batería de acciones --al propio Antonio Torres, de PSPV, se le escapó un “ambicioso” a la hora de valorarlo durante su intervención, si bien después lo desestimó ante la falta de fondos en las arcas públicas--. De entre todas, la más llamativa fue la rebaja fiscal, que dejará en los bolsillos de los ciudadanos de “285 a 444 euros”, resultado de sumar las que aplicará en el tramo autonómico con las que prepara el Gobierno: 830 millones en total.

FINANCIACIÓN // Alberto Fabra liquidó en dos frases la polémica negativa del Ejecutivo central a revisar el modelo de financiación o a crear un fondo de compensación de 1.000 millones, si bien sí declaró que “lo he reivindicado y lo seguiré reivindicando”. El PSOE le pidió que denuncie a la justicia la postura de Rajoy, como ha hecho Andalucía, y Compromís y EUPV insistieron en reprocharle su actitud “servilista”.

Alberto Fabra sí se despachó, monótonamente y con dificultades con el valenciano, prometiendo becas para libros, la ampliación del hospital de Vinaròs, y anunciando los ambulatorios de Peñíscola y Onda, o colegios en Burriana, Vinaròs Almassora, la Vall o Nules --ver página 4--.

EL FANTASMA DEL TRIPARTITO // Pero si su discurso fue muy económico, su estrategia fue premeditadamente política. De forma inédita en Les Corts, Fabra se negó a replicar a cada portavoz de los grupos de la oposición individualizadamente, forzándoles a comparecer todos en fila: Antonio Torres (PSPV), Enric Morera (Compromís) y Marga Sanz (EUPV). Torres, Morera y Sanz coincidieron casi esquemáticamente en el análisis “catastrofista”, según sus palabras, de la gestión del Ejecutivo valenciano, y los tres se dieron por vencedores en los próximos comicios --ninguna encuesta les da mayoría absoluta, por lo que es un hecho que deben pactar para ocupar la Generalitat--. A su término, con satisfacción, pasó al ataque con un discurso más agresivo. “Lo obvio se hace transparente; les pido que se presenten con un mismo programa, para que los ciudadanos sepan las condiciones que les van a ofrecer”, espetó Fabra, tachando a los tres grupos de “club de perdedores”: “No son alternativa” sin un pacto, y aireó supuestos problemas de los tres para “consensuar” medidas en un mismo programa, así como pugnas internas para proclamar candidato dentro de sus respectivos grupos. La oposición le devolvió la bofetada recordándole que el PP aún no lo ha nombrado oficialmente presidenciable a la Generalitat para 2015.

No fue la única alusión al tripartito. El president ya había terminado su discurso alertando a la sociedad del “peligro” que puede suponer un cambio político en el Consell: “Las apuestas revolucionarias que hablan de más servicios para todos y sin mayor coste para nuestros bolsillos son demagogia”, y añadió que “somos el Gobierno que mejor garantiza a los valencianos la estabilidad”, sin la cual “nuestra economía puede volver a la recesión”.

Tampoco faltaron los rifirrafes a costa de la corrupción en el debate. Alberto Fabra aireó conversaciones que presuntamente ligan al secretario del PSPV, Ximo Puig, con el socialista Ángel Franco, imputado por el plan Rabasa de Alicante, y el empresario Enrique Ortiz. Torres le respondió calificando al jefe del Consell de “rastrero”, y exhibiendo fotografías de él con Francisco Camps, Sonia Castedo, Rafael Blasco o Carlos Fabra Carreras, que está condenado a cuatro años de cárcel, “su padre político”, le dijo.

El PSPV, Compromís y EUPV anunciaron medidas como la reapertura de RTVV, más dinero para educación y sanidad, rebajas del IBI o el impago de la deuda cuyos intereses sean de “usura”. Marga Sanz, de EUPV, recordó que la fiscalía está investigando a Fabra por posible prevaricación en el caso Valmor, “eso hace que tal vez usted no acabe la legislatura por su propia línea roja”.

El debate se retoma hoy, votando 506 propuestas de resolución: 177 del PSPV, 153 de Compromís, 125 de EU y 51 del PP.