Un Paranimf lleno hasta la bandera vio ayer unas primeras filas plagadas por caras conocidas del Castellón power de la política autonómica. “Ha cambiado la tendencia; antes no venían”, decían unos; otros, se mantenían en un segundo plano. Junto a Ximo Puig --hacía cinco años que no venía un president, desde Francisco Camps--, los consellers Vicent Marzà y Mª José Salvador; el diputado autonómico de Podemos en la Mesa de Les Corts Marc Pallarés; el presidente de la Agencia Valenciana de Turismo, Francesc Colomer; la alcaldesa, Amparo Marco; la diputada en Madrid por el PP Ascensión Figueres, o el presidente del puerto y exrector, con toga y birrete, Francisco Toledo; o el rector honorífico, Francesc Michavila, que viajó ex professo desde Madrid, entre otros.

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, excusó su presencia al participar en la jornada de asesores fiscales de la Comunitat que se celebró, a la misma hora, en el Auditori, delegando funciones en el diputado Iban Pauner. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, se sumó a la comitiva política, lo mismo que el Síndic de Comptes, Rafael Vicente; el vicealcalde, Enric Nomdedéu; y concejales como Enric Porcar, Sara Usó, José Luis López y Carlos Feliu, entre otros. H