A los problemas que los usuarios de la autovía del Mediterráneo se encuentran en las últimas semanas derivados de las obras para mejorar su estado en la variante de la Vall d’Uixó se sumaron ayer los que causó un accidente entre dos camiones a la altura del apeadero de Betxí en sentido norte. Aunque el alcance entre los dos vehículos pesados se produjo a muchos kilómetros de las obras, la retención que provocó llegó a alcanzar esta zona, según señalaron testigos presenciales al diario Mediterráneo. Tal fue la conjunción de problemas que se originó en la zona que no solo afectaron a la autovía, sino que también se trasladaron al resto de las carreteras colindantes, sumiendo a la Plana en un caos de tráfico que no se había conocido hasta ayer.

De hecho, tras producirse el accidente, hacia las 8.40 horas, los conductores que intentaban acceder a la autovía para circular en sentido norte obligatoriamente eran desviados a la N-340, que, colapsada ya por el tráfico que recibe de aquellos que no desean sufrir las retenciones de la A-7, se mostró totalmente insuficiente para absorber el volumen de tráfico extra. Ante las colas que se formaron a la entrada a les Alqueries en esta carretera general, muchos de los conductores optaron por dar la vuelta y tratar de llegar a Castellón o Vila-real por caminos comarcales o por la CV-18 que nace en Nules.

más tráfico en la CV-18 // Tanto es así que también este vial competencia de la Generalitat registró un tráfico mucho más intenso de lo habitual, con los lógicos problemas a la entrada de las diferentes rotondas que se suceden a lo largo de su recorrido.

Asimismo, a muchos conductores que se encontraban en Betxí en el momento del siniestro no se les dio una alternativa para circular hacia el norte, ya que la Policía Local del municipio impedía el acceso a la autovía, y se vieron obligados a esperar a que mejorase la situación. Entre ellos se encontraban varios autobuses escolares, ya que la zona alberga varios centros que reciben menores de otras localidades.

Esta fue la situación, con una retención kilométrica (la Guardia Civil no pudo determinar a este diario la magnitud de la retención), hasta que, después de despejar uno de los carriles del sentido norte de la autovía, los vehículos comenzaron a circular. A pesar de ello, hasta aproximadamente una hora después no se apreció un cambio significativo y dos horas después del mencionado accidente el tráfico seguía sin restablecerse en su totalidad.

segundo siniestro en la zona // Afortunadamente, el accidente, causado por un camión que se empotró con el que circulaba delante, se saldó sin daños personales y solo hubo que lamentar los perjuicios materiales de los vehículos. Eso sí, casualidad o no, es el segundo siniestro de importancia que se da en pocos días cerca de la zona de obras de la autovía. El primero, el pasado domingo, se produjo en el área donde se ha cortado un sentido a la circulación para acometer las obras de mejora del firme, y, además de un herido, provocó retenciones de hasta cuatro kilómetros.

De esta manera, tan solo dos semanas y media después del inicio de las obras ya se han producido un siniestro en la misma zona y otro cerca, cuando la Autovía del Mediterráneo es una carretera relativamente segura, sobre todo si se compara con la N-340, que ahora funciona como alternativa para aquellos que no quieren pasar por la zona en la que se está trabajando. Eso sí, tras el desvío obligatorio de camiones de la N-340, alberga más tráfico. H