Encontrar una grúa en activo en Castellón todavía es muy poco frecuente. O, mejor dicho, casi imposible. Se mire en el municipio que se mire, el panorama es el mismo. Nada de nuevas promociones y ya van ocho años de parálisis. Pero no todo está perdido. El ladrillo ha tardado algo más pero también se ha contagiado por fin de la recuperación económica, y lo ha hecho gracias a las obras de reforma. Algo es algo.

Los datos que manejan los ayuntamientos de la provincia constatan la recuperación de un sector, el de la reforma, que también acumulaba muchos años de letargo. Las licencias de obras menores, que encadenaban varios ejercicios cuesta abajo, empiezan a ver la luz al final del túnel y en el último año han acumulado alzas de incluso dos dígitos. Y la buena noticia es que ese incremento se repite en casi todos los municipios de la provincia.

Donde más se nota ese cambio de tendencia es en la capital. En el 2016, el Ayuntamiento de Castellón otorgó 1.987 licencias de obras, un 15,8% más que durante el año anterior, cuando fueron 1.715. Del total de permisos, la gran mayoría fueron para obras menores, de reforma, que sumaron un total de 1.864.

En Castellón la reactivación de las reformas es un hecho y en Almassora ocurre exactamente lo mismo. De las 291 licencias del 2015 se ha pasado a las 354 del último año, un 21,5% más. «En Almassora hay un claro repunte de la construcción, tanto de carácter menor como mayor, que supone un mayor ingreso para las arcas municipales y, por tanto, redunda directamente en la economía del municipio», apunta Carmina Martinavarro, la concejala de Urbanismo, que hace hincapié en el interés despertado por las ayudas que va a conceder el Consell a reformas de interiores, accesibilidad y mejora energética en domicilios particulares.

Donde también crecen las licencias es en la Vall d’Uixó. «Hasta octubre se han concedido 219 y la tendencia es al alza, como ya ocurrió un año antes», explican fuentes del consistorio.

CASAS Y TAMBIÉN NEGOCIOS

No solo los ayuntamientos constatan la recuperación del sector de las pequeñas obras. Los empresarios también van en la misma dirección. «La obra nueva y las promociones se encuentran todavía bajo mínimos. Lo que sí ha repuntado son las reformas, que está experimentando una importante pujanza en Castellón», describe Sergio Pardo, responsable de Herdopar Construcciones, una de las firmas del Grupo Pardo.

Pero, ¿quién emprende una reforma en Castellón? Hay dos grandes tipos de clientes. El primero es el particular que hace obras en su casa para ampliar la cocina o modernizar los baños. El segundo son pequeños empresarios que inician un negocio y necesitan adaptar el local. «La demanda de presupuestos para obras de reforma está siendo tan importante que hemos ampliado plantilla», añade Pardo.

Lógicamente, a más reformas más empleo. El sector de la construcción vuelve a necesitar trabajadores y eso se nota en las contrataciones. Durante el último año, las empresas del ladrillo realizaron en Castellón 10.337 nuevos contratos, un 2% más que un año antes. Y este 2017 las cifras no son peores. En enero y febrero se firmaron 1.825 contratos, un 8% más que en los primeros dos meses del año pasado.