Seguro que conoce a algún autónomo. Seguro que algún familiar o amigo cruza a diario ese desierto. Porque quienes trabajan por cuenta propia son penitentes. Lo son porque casi nunca se ponen enfermos y para muchos tener dos semanas seguidas de vacaciones es toda una utopía. Pero lo peor llega después, durante la jubilación. La mayoría se retira del mercado laboral, pero su situación económica se parece mucho a la pobreza.

Los trabajadores por cuenta propia de Castellón son de los pocos de España cuya pensión media apenas supera los 700 euros. Concretamente, y según los últimos datos de la Seguridad Social actualizados al cierre del pasado mes de marzo, su paga media es de 697,70 euros. No llega ni al salario mínimo interprofesional (707,60 euros), frente a los 1.032,67 de media que cobra un jubilado del régimen general. Estos ingresos medios, por 14 pagas anuales, dan como resultado una cantidad de 9.769 euros, casi 5.000 menos que la pensión de un trabajador por cuenta ajena.

¿Por qué la Seguridad Social ingresa menos euros en la cuenta de un autónomo que en la de un trabajador por cuenta ajena? Porque la cotización de los primeros durante su vida laboral ha sido menor, y tanto cotizas, tanto cobras. Un dato basta para entenderlo: de los 23.170 autónomos personas físicas que se contabilizan en Castellón, 20.134 (86,9%) cotizan por la mínima, es decir, pagan 267 eutos al mes. Una cantidad que, a partir del próximo 1 de julio, ascenderá a 275 tras una subida de la cuota del 3% aprobada por el Gobierno central hace apenas un par de semanas.

Cambios en el sistema

El colectivo lleva años reclamado al Gobierno un cambio en el sistema que permita cotizar en base a los ingresos. «Lo ideal sería ajustar la cotización de los autónomos en función de los ingresos netos», defienden desde UPTA, que apela a esta fórmula como «la única manera de tener un sistema justo y sostenible» ante las enormes diferencias que se dan en el sector, en el que un notario puede cotizar lo mismo que un fontanero, aunque sus ingresos y su capacidad de ahorro no son iguales. Pero la respuesta no llega. Mientras, al autónomo solo le quedan dos opciones para evitar este escenario de pobreza: elevar la base de cotización, algo inasumible para la mayoría, o retrasar cada vez más la edad de retiro.