Forofo del baloncesto, Pedro Sánchez se había encomendado en las últimas semanas a meter un par de triples en la recta final de la campaña de las primarias. Viendo el resultado de los avales, necesitaba una remontada. Y llegó, pero en proporciones que sorprendieron incluso al propio vencedor. El nuevo secretario general iniciará su segunda singladura al frente del PSOE con la confianza de 15 de las 17 comunidades autónomas, seis más respecto a los territorios que se adjudicó en número de avales. Su acérrima adversaria, Susana Díaz, se tuvo que consolar con arrasar en su tierra, Andalucía. Patxi López, como era de esperar, solo resistió en su trinchera vasca.

El restituido líder rebasó en todas las autonomías el número de avales logrados hace dos semanas y cimentó buena parte de su segunda victoria en tres feudos: Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid. De nuevo el PSC de Miquel Iceta se convirtió en el escudero más fiel de Sánchez, hasta el punto de que el apoyo de los socialistas catalanes se encaramó por encima del 82%.

En ningún otro territorio se dio una diferencia tan abultada entre el ganador y la perdedora, aunque en Baleares la brecha a favor de Sánchez se situó por encima del 53%. Pero especialmente significativo fue el veredicto de los afiliados madrileños si se compara con el resultado de la batalla de los avales. Sánchez rozó ayer el 50% de los votos y sacó más de 17 puntos a Díaz en la Comunidad de Madrid. Hace apenas 15 días, la presidenta de la Junta de Andalucía había reunido unas 5.000 firmas más que el candidato a quien aupó en el 2014. El resultado en las sanchistas tierras valencianas sorprendió bastante menos, pero los 35 puntos de ventaja del nuevo secretario general sobre Díaz superaron con creces el porcentaje que separó a ambos en la puja de los avales.

Tres de los barones que han combatido con más dureza a Sánchez, el aragonés Javier Lambán, el castellanomanchego Emiliano García-Page y el extremeño Guillermo Fernández Vara, vieron cómo su candidata era derrotada en sus respectivos feudos. Dos puntos separaron a Sánchez y Díaz en Aragón, cinco en Castilla-La Mancha y seis en Extremadura. Y en la tierra del presidente de la gestora, Javier Fernández, en Asturias, la brecha a favor del vencedor fue de 14 puntos.

POR PROVINCIAS / El dominio del nuevo líder es también incontestable en el mapa provincial. Venció en 38 de las 52. Díaz se impuso en 12 y Patxi López, en dos: Vizcaya y Guipúzcoa. Se le escapó Álava, donde ganó Sánchez.

El ganador de las primarias se coronó en Albacete, Alicante, Álava, Asturias, Baleares, Barcelona, Burgos, Cáceres, Cantabria, Castellón, Ceuta, Ciudad Real, A Coruña, Girona, Guadalajara, León, Lleida, Lugo, Madrid, Melilla, Murcia, Navarra, Ourense, Palencia, Las Palmas, Pontevedra, La Rioja, Salamanca, Tenerife, Segovia, Soria, Tarragona, Teruel, Toledo, Valencia, Valladolid, Zamora y Zaragoza. Díaz se tuvo que conformar con las ocho provincias andaluzas, así como en Ávila, Badajoz, Cuenca y Huesca.

La presidenta andaluza también claudicó entre la militancia socialista residente en el extranjero. Sánchez venció en siete de los 10 países en los que había urna del PSOE: Alemania, Bélgica, Chile, Francia, Panamá, Perú y Uruguay. Díaz solo resistió en Venezuela, Argentina y Suiza.