La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Regina Violant de Almassora salió ayer a la calle para exigir la finalización de los trabajos de construcción del centro educativo, que se encuentran paralizadas, después de que la adjudicataria exigiera un modificado de obra de 1,2 millones. El centro lleva 11 años en barracones.

A la concentración, que tuvo lugar ayer a las puertas del Ayuntamiento, se unieron miembros del equipo de gobierno como la alcaldesa de Almassora, Merche Galí; y la primera teniente de alcalde, Susanna Nicolau. Durante el acto, en el que se mostraron pancartas reivindicativas, se dio lectura del manifiesto, en el que la presidenta de la AMPA agradeció la instalación del barracón en la zona de aparcamiento de la piscina municipal, la renovación de la cocina y la ampliación del comedor para reducir a dos los turnos de comidas sin excluir a ningún usuario, hecho que también permitirá acortar el horario de salida a las 16.30 horas, como el resto de colegios de la localidad.

«Acompañamos a las familias en su justa reivindicación mientras mantenemos contacto directo con la Conselleria para conocer la evolución de las negociaciones con la empresa encargada de la construcción», declaró la primera edila. Educación informó que la próxima semana comunicará a la empresa el modificado que aceptan y esta tiene 10 días para contestar al respecto.