Las comarcas del norte de Castellón son las más castigadas de toda la Comunitat por la sequía en el último año hidrológico, que se cierra ahora al término del mes de septiembre. Els Ports y el Alt y Baix Maestrat son las únicas comarcas del territorio valenciano con déficit pluviométrico, lo que ha generado una situación extrema por la escasez de agua en Morella. Ha llovido entre un 9% y un 17% por debajo de los estándares normales, respectivamente, y con una precipitación acumulada en el último año por debajo de lo habitual, con hasta 100 l/m2 por debajo en el Baix Maestrat (de 596 a 494), el más azotado.

Son datos extraídos del balance provisional del año hidrológico 2016/17 presentados ayer por el delegado de la Aemet en la Comunitat, Jorge Tamayo, en los que se deja ver que, en la otra cara de la misma moneda provincial, la Plana Baixa, con un +46%, el Alto Palancia (+39) y el Alto Mijares (+29), han acumulado un superávit interanual, salvándose de la tendencia. Y este contraste se ve, este año, definido por Tamayo como «el más húmedo en la Comunitat desde el 2008», también en Valencia y Alicante, zonas habitualmente más secas, donde casi se duplican las cifras del 2016.

El informe de Tamayo destaca que en Castellón, como en la Comunitat, «las precipitaciones están desigualmente repartidas» en el último trimestre. En el mapa de observatorios, Benicarló y su zona de influencia --«especialmente deficitario en lluvias», señala Aemet--, Vilafranca, Moncofa, Castellón y Atzeneta se sitúan en la zona más baja de la tabla autonómica, con valores negativos; Morella ni sube ni baja, y Burriana y l’Alcora suman valores estacionales en positivo.

Desde el Sindicato Central de Agua del Millars, su presidente, Enrique Font, confirma que «solo los embalses de la Plana se salvan, y los del Palancia, ya que ha llovido en la cabecera del río y se ha salvaguardado el caudal; no así en la zona del norte, a la baja».

Agricultores y regantes confirman a pie de calle los datos, y ponen el acento en que «en el tercio norte provincial, habrá pérdidas sobre todo en el olivar, que está arruinado y pequeño por la falta de lluvias, y que cerrará con una previsión de 13.500 TM recogidas frente a las 19.000 esperadas; y en la ganadería, al no haber pastos, sobre todo en Els Ports, donde, incluso han tenido que abastecerse con cubas», según Ramón Mampel, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders y tal y como publicó el diario Mediterráneo esta misma semana.

«QUE LLUEVA YA» // «La cosecha de cereal también bajará porque la semilla no acabó de cuajar por la falta de lluvias», señala Ramón Mampel, que da una única solución al problema: «Que llueva ya, porque si lo hace en noviembre o diciembre, en plena cosecha, puede hacer daño». En la misma línea se expresa el presidente del Sindicato de Agua del Millars, que pone el acento en que «debe llover en septiembre y octubre, para que la agricultura acabe el año en positivo». Cara a final de ejercicio asegura que «hay caudal suficiente en Castellón». //