En la misma jornada en la que el president Ximo Puig defendió la madurez del autogobierno valenciano, los protagonistas del desafío soberanista catalán anunciaron que la sesión del Parlamento que prevé declarar la independencia de modo unilateral tendrá lugar el próximo lunes, cuando la Comunitat Valenciana escenifica en la festividad del 9 d’Octubre su identidad como pueblo que, además, «quiere convivir con los demás pueblos de España», como dijo ayer el propio Puig.

De hecho, el president decidió adelantar a hoy su tradicional mensaje institucional que, en este caso en formato entrevista, emitirá a las 22.00 horas Televisión de Castellón Mediterráneo.

La celebración valenciana quedará velada, de un modo u otro, por el acontecimiento histórico que prepara Cataluña, en un contexto en el que el conflicto independentista no cesa de colarse también en la marcha política del Consell que se sustenta en el Pacte del Botànic, por el que PSPV y Compromís gobiernan con el apoyo de Podemos desde fuera.

NUEVO DESACUERDO

Una de las últimas grietas entre las tres formaciones surgió ayer cuando Podemos, defensor del referéndum, reenfocó hacia Ximo Puig la presión para lograr el apoyo socialista a una moción de censura que, ahora sí, sacaría al popular Mariano Rajoy de la Moncloa, y le pidió que forzara a Ferraz a plegarse a la propuesta podemita.

Ximo Puig llegó a decir que «si los actores de este proceso no son capaces de dialogar deben apartarse», pero obvió el asunto de la moción. No lo hizo Mónica Oltra, vicepresidenta y coportavoz de Compromís, formación cercana a las tesis de los independentistas y favorable también a la consulta, quien ve la propuesta con buenos ojos y dejó claro que «Rajoy es totalmente incapaz de solucionar esta cuestión».

Tampoco el senador por Castellón de la misma formación (miembro además de Iniciativa, al igual que Oltra), Carles Mulet, calló, sino que ayer apeló a los demás partidos para lograr la salida de Rajoy, mientras que Joan Baldoví, del Bloc y de la misma coalición, anunció que apoyarían la moción de censura, si llega.

Las diferencias de apreciación sobre la crisis catalana entre los socialistas y sus socios llegaron a su clímax, por ahora, con el cruce incluso de insultos en redes sociales entre miembros de Compromís y el PSPV, hasta el punto de que el portavoz en Les Corts de este partido, Manolo Mata, llegó a admitir que «los mensajes de Compromís del 1-O enturbian la relación del Botànic», señaló.

Tras el discurso del rey Felipe VI, esas diferencias se repitieron, al despertar el rechazo contundente de Compromís y Podemos frente al silencio socialista. Preguntado por la intervención del monarca, Ximo Puig, se aferró a la prudencia que implica su cargo institucional y, en general, sobre la situación en Cataluña hizo un discurso de llamamiento a la calma y aseguró: «Si no puedes ayudar, mejor estate callado». Avisó también de que no va a contribuir a aumentar la crispación.

LA OPOSICIÓN

Del lado de la oposición, su lideresa y presidenta del PPCV, Isabel Bonig, quien reiteró su defensa del Estado de derecho, la ley y la unidad de España, instó ayer a Puig a «proteger el 9 d’Octubre, el día grande de la Comunitat, de cualquier injerencia separatista». Tachó de «sucursal de la CUP en la Comunitat» a Compromís, formación a la que apeló para que «no aprovechen la coincidencia de la fecha para defender sus aspiraciones sececionistas en nuestra tierra y, con ello, alimentar las tensiones en la sociedad valenciana».

Desde Ciudadanos, la síndica en Les Corts, Mari Carmen Sánchez, cargó con dureza contra Mónica Oltra, para la que pidió a través de una PNL en Les Corts la reprobación por «pronunciarse en contra de la monarquía».

La vicepresidenta interpretó en Twitter que el discurso del Rey dinamitaba los puentes y su compañero de partido, y jefe de gabinete de Oltra, Miquel Real, difundió en las redes sociales una imagen de Felipe VI boca abajo, como la que se muestra en Xàtiva de otro monarca, de Felipe V.