A los empresarios valencianos el posible Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos les preocupa, y no poco. Salvador Navarro, presidente de la patronal autonómica CEV y, además, vicepresidente de la CEOE, considera que la mayoría de empresarios de la Comunitat preferirían que el PP se abstuviera para que gobernara el PSOE sin Unidas Podemos y lamentan que Ciudadanos dejara escapar la ocasión de entrar (o apoyar) un Ejecutivo de mayoría absoluta con los socialistas tras las elecciones de abril. Tampoco ocultan su «inquietud» por algunas medidas fiscales y laborales que se podrían adoptar, como el alza del impuesto de sociedades y la derogación de la reforma laboral, aunque confían en que la Comisión Europea y la presencia de Nadia Calviño en la vicepresidencia económica moderarán cualquier exceso.

MODERACIÓN

Mucho más prudentes (y también más diplomáticos) han sido los empresarios de Castellón que, por unanimidad, insisten en la necesidad de que en el nuevo Gobierno prime la moderación. Así lo defiende Francisco Ramos, vicepresidente de la patronal cerámica Ascer, que habla de cautela y lanza un mensaje al futuro Gobierno. «Una cosa es estar en la oposición y otra sentarse en la mesa del Consejo de Ministros», dice, al tiempo que recuerda que los «vientos no son favorables» para poner en práctica determinadas políticas económicas. Ramos apela a la moderación y recuerda que «el empresario no es el enemigo a batir».

Carlos Escorihuela, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Ashotur), asegura que «el país necesita un Gobierno estable y moderado para que funcione económicamente y socialmente». Defiende que «realmente, lo mejor que se puede hacer por la economía, por el bienestar, por la sanidad... por todo lo que nos corresponde como sociedad civil es tener un Gobierno moderado, que apoye a los empresarios y que, en ningún momento, a las empresas se las vea como un enemigo al que hay que derrotar e inflar a impuestos. Esto sería lo peor que podría pasar», añade.

MIRAR DE FRENTE A LA EMPRESA

El presidente de los empresarios turísticos confía en que el próximo Gobierno sea un Ejecutivo totalmente moderado, que mire siempre de frente a las empresas. «Que nos podamos hablar de tú a tú, ya que nos necesitamos los unos a los otros», indica, al tiempo que recuerda que, históricamente y sin que nadie sepa por qué «la empresa ha sido la mala y, al final, acaba pagando muchos impuestos, y eso que mantiene y da mucho empleo y, además, colabora en todo lo que puede».

Moderación y estabilidad reclama también Sebastián Pla, presidente de la la CEV en Castellón. En unas declaraciones a Mediterráneo nada más conocerse el pacto de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, explicó que «si no hay estabilidad se produce una situación de parálisis que frena la economía», e indicó que, a la vez, «hace falta moderación porque hay que hacer presupuestos y gobernar con una visión global que no cause distorsiones y dé seguridad juridica a las empresas». «Es lo que necesitamos».

LA AGENDA URGENTE

Por su parte, la presidenta de Cámara Castellón, Dolores Guillamón, se congratuló del desbloqueo político, aunque matizando que «para esto no hacían falta otras elecciones» después de las del pasado mes de abril. Guillamón se refirió también a la agenda de inversiones pendiente para la provincia, e insistió en que se ha exigido en múltiples ocasiones y que deben «volver a apuntarse lo que hay que hacer» y, sobre todo, ponerse en marcha con el trabajo. De hecho, la provincia espera del futuro Gobierno al menos 246 millones de euros en inversiones, que es el dinero habilitado en el frustrado presupuesto del 2019 de Pedro Sánchez y que no salió adelante. Y entre esa agenda urgente destaca llevar la carretera CV-10 hasta Tarragona o completar el desarrollo de PortCastelló.

Otros empresarios valencianos que se han pronunciado han sido Càndid Penalba, gerente de Cotoblau, y Vicente Lafuente, propietario de Protecmet. A Penalba el posible Gobierno entre PSOE y Podemos le da «miedo» por la presencia de esta última formación. El partido de Iglesias, en su opinión, «demoniza al empresariado, como ha hecho con Amancio Ortega». Lafuente cree que hay que ser «respetuosos con lo que ha elegido la gente», pero se muestra escéptico sobre la agenda del posible Gobierno, porque cree que la realidad se impondrá y «no van a poder llevar a cabo muchas de sus propuestas».