El éxodo rural es uno de los principales problemas en el interior de Castellón. Y la tónica general en muchas localidades de Els Ports es la pérdida de población año tras año, tal y como ha publicado Mediterráneo en varias ocasiones. Sin embargo, en la Mata, de tan solo 166 habitantes, este año han nacido o están a punto de hacerlo seis nuevos vecinos que suponen un oasis en mitad de la despoblación.

El propio alcalde , Jorge Royo, está de enhorabuena, y es que junto a su mujer, Vaira, han sido padres de Vega, que llegó al mundo en mayo. «Como padre es una experiencia maravillosa, y como alcalde también supone un motivo de alegría para todos los vecinos. El equipo municipal nos hemos volcado contra la despoblación, y es que tres miembros del Ayuntamiento seremos padres este año, con lo que creo que hemos cumplido en este ámbito», comenta entre risas.

Jose y Júlia Lugo, por su parte, ya son padres del pequeño Jan y ahora esperan la llegada de un nuevo miembro de la familia. Lugo, que también es concejala del consistorio, destaca que «como madre es una alegría inmensa, y para el pueblo supone una forma de asegurar el futuro. De momento, con los seis nuevos niños tenemos garantizado el porvenir de la escuela. Además, los niños tendrán todos la misma edad y podrán compartir aula, un aspecto muy importante para su educación», indica.

Desde el consistorio han solicitado ayudas a la Diputación de Castellón para las familias. Así, tal y como señala Lugo, «dentro de la partida de subvenciones para combatir la despoblación hemos presentado la solicitud para proveer ayudas a padres y madres». Y, según explica Royo, también están a la espera de saber si serán beneficiarios de las ayudas que la institución provincial destina para abrir guarderías en municipios pequeños. «Hemos solicitado esta ayuda a la Diputación porque sería un servicio que nos ayudaría a todas las familias», manifestó el alcalde de la Mata.

A estos nuevos padres se suma la pareja formada por Xema, también miembro de la corporación municipal, y Mónica, que están esperando la llegada de su segundo hijo; además de María y Delfín, que desde hace dos meses y medio son padres de Alma; y, finalmente, Hana, que también se encuentra en estado de buena esperanza.

La Mata protagoniza una imagen esquiva dentro de esta bola despoblacional. Un total de seis familias del municipio, muchos de ellos del mismo grupo de amigos, han apostado por vivir en esta localidad tan especial y combatir la despoblación del interior de la provincia de Castellón de la forma más efectiva.

Un haz de luz, sin duda, para este enclave provincial, donde los parques infantiles, las aulas y las calles volverán a cobrar vida. Porque los niños y niñas que están y que vienen llevarán su magia a cada rincón. No están de vacaciones. No están de visita. No están de paso; viven allí. H