Los trastornos del sueño en Castellón afectan no solo a los adultos, ya sea por problemas respiratorios (derivados de diabetes, obesidad, apnea) o emocionales (estrés, ansiedad, preocupaciones), si no también a la población. Uno de cada diez niños y niñas de entre 10 y 15 años, el 15%, presentan problemas relacionados con poder dormir. Así lo refleja un estudio realizado en Castellón por la pediatra Laura Baixauli, para el Hospital General de Castellón, que ha analizado una muestra de castellonenses con una media de 12 años de edad. En un porcentaje muy similar, el 13%, asegura tener una calidad de sueño mala o muy mala.
Debate nacional
El insomnio ha saltado a la palestra precisamente hace una semana al aprobar el Congreso una proposición no de ley para instar al Gobierno central a tomar más medidas al respecto: por un lado, con más formación a los sanitarios; actualización de las guías clínicas; y campañas de hábitos saludable para la población.
Según la Federación Española de Medicina del Sueño (Fesmes) en España, como publicó Mediterráneo, sufren problemas del sueño más de cuatro millones de personas; y al menos un tercio de la población se despierta con sensación de no haber descansado .
Lo cierto es que el coronavirus marcó un antes y un después a la hora de dispararse los problemas para conciliar el sueño. «El 28% de los pacientes --casi un tercio-- refieren que durante la pandemia se produjo un empeoramiento en la calidad del sueño», indicó la pediatra autora de la investigación.
Un caso extremo: «Con 14 años dedicaba al móvil hasta 16 horas»
Una paciente de 14 años llega a una consulta en Castellón por cansancio, mareo y sueño de mala calidad. «Noto que la vida me pasa a velocidad muy lenta», indica. Tras revisar su alimentación, actividad física, sueño…se detecta que usa el móvil entre 10 y 16 horas diarias, siendo de 6 a 8 de ellas en Tik-Tok. Tras reducir el tiempo, en solo una semana mejoró clarísimamente.
¿Vínculos con la tecnología?
Otro de los factores que se suele atribuir a una peor calidad del sueño es el uso de pantallas tecnológicas antes de dormir. ¿Qué conclusión extrae sobre esto el estudio de Castellón? «Es llamativo que el 83% tiene móvil propio con internet y de estos el tiempo medio de uso semanal es de 3,8 horas diarias ( +/-1,87). Las aplicaciones más utilizadas por este rango de edad son: la red social Tik-Tok, seguida muy de cerca de WhatsApp y YouTube», indican sobre los pacientes objeto de este estudio.
¿Hay más probabilidades entonces de tener problemas de sueño si se miran dispositivos electrónicos? ¿A partir de qué hora puede ser recomendable ya no mirar televisores ni tablets? Para la doctora Bauxauli, «debido a que la exposición a la luz azul de las pantallas contribuye a disminuir la secreción de melatonina, que es la hormona que se produce de forma natural y que induce el sueño, se recomienda no utilizar dispositivos móviles en las dos horas previas a irse a la cama».
Falta de rutinas
¿Son distintas las causas del insomnio de hoy y de hace tres décadas? «Pues actualmente la mayoría de los problemas de sueño que tienen una causa no orgánica subyacente se originan en la falta de rutinas, uso de pantallas, trastornos del estado del ánimo; actualmente, aunque el uso de pantallas de dispositivos móviles es mucho más frecuente hasta ahora la televisión dentro de las habitaciones en los niños tenía y tiene el mismo efecto.
Para la pediatra es crucial «establecer una buena rutina de sueño respetando las horas necesarias y evitando, como ya he comentado, el uso de dispositivos móviles dos horas antes de dormir». Y para evitar que el uso de dispositivos móviles interfiera, lanza dos recomendaciones a las familias de Castellón. «Se debe de evitar el uso de pantallas por debajo de los 2 años de edad. Y a partir de entonces se considera aceptable unos 30 minutos de contenido adecuado», manifestó.
Consejos: un 'aparcamóvil' en casa
Asimismo, añadió que «no hay recomendaciones oficiales sobre el tiempo máximo aconsejado a partir de la infancia y la adolescencia. Sin embargo, parece lógico que no pasen más de dos horas frente a pantallas, con el fin de favorecer otras actividades no sedentarias y diversificar estas».
Con todo esto, en opinión de Baixauli, «cabe decir que, para evitar problemas de insomnio en el futuro, la prevención pasaría, por ejemplo: por el uso de los sistemas de control parental, establecer acuerdos sobre el tiempo de uso y aplicaciones que se pueden utilizar, fijar normas familiares y que todo el núcleo respete o utilizar un aparcamóvil al llegar a casa».
A nivel nacional precisamente esta semana pasada ha surgido un aviso a tener en cuenta por parte del grupo de trabajo de Pediatría de la Sociedad Española de Sueño, así como de la Asociación Española de Pediatría entre otras. Su objetivo ha sido transmitir a la sociedad su preocupación por «el uso y abuso de preparados de melatonina en la población infantil, así como por la falta de financiación de estos cuando están comercializados como fármacos para niños con problemas neurológicos».
