Han tenido que pasar 39 años para que Villamalur haya podido volver a participar en el Pregó. Ayer, Mediterráneo pudo comprobar la ilusión por regresar a la cita de María Jesús Pérez, Amadeo Moliner y Miguel Ángel Gimeno, tres vecinos de esta localidad de la Sierra de Espadán que vivieron la última cabalgata con presencia del municipio, en 1969, y que repetían dos décadas después "con moción".

"Nos llena de felicidad volver tras casi 40 años" aseguraba Gimeno mientras controlaba los últimos detalles de la carroza. "No habíamos venido antes porque el baile típico de nuestro municipio, el de las clavariesas, se estaba perdiendo", explicaba. "Este año, una integrante de la Escuela de Danza de Castellón que está muy vinculada a la localidad lo ha recuperado con un notable éxito y esto nos ha animado mucho", indicaba sin disimular su alegría.

El resultado ha sido excelente. Ayer, los castellonenses que inundaban las calles de la capital de La Plana recibieron con calor a este hijo pródigo que regresaba con más fuerza que nunca. "Somos 20 bailarines y 10 personas más subidas en la carroza", comentaba este representante del municipio. Una amplia representación si se tiene en cuenta que en Villamalur viven de manera habitual un centenar de vecinos.

Pero la población no solo trajo danza. Sus dulces típicos sirvieron para que el regreso fuera más sonado de los esperado. En la mente de todos está ahora "no faltar más".