La provincia respondió ayer "como nunca" a la invitación de l´alcalde de la ciudad i el terme de Castelló a treure l´amor de pena. Y es que cerca de 4.000 personas ofrecieron lo mejor de sus raíces en la 64° edición del Pregó, desbordando así todas las previsiones iniciales hasta convertirlo en "el mejor que se recuerda", según indicaron fuentes de la Junta de Festes. Una tradicional cita costumbrista que, pese a su brillantez, destacó por su duración, próxima a las cuatro horas.

Ja el dia és arribat, rezaba el pregoner, Josep Miquel Francés, mientras la reina de las fiestas, Laia Bacas, y su corte de honor respondían con una sonrisa inquebrantable y ojos brillantes de emoción a las continuas muestras de cariño de los presentes.

Su carroza era la encargada de cerrar la cabalgata que ideó Manuel Segarra Ribes y que comenzaba con un sentido homenaje a la compositora Matilde Salvador. En la primera Magdalena sin Matilde, la Colla del Rei Barbut quiso recordarla con la interpretación, por parte de la banda de Chirivella, del himno de esta entidad, que fue musicalizado por esta ilustre castellonense.

Tras ellos, una multitudinaria representación dels Moros d´Alqueria, que despertaron sorpresa y aplausos entre los presentes de la mano de un dócil camello; els Cavallers Templers y Els Cavallers de la Conquesta, acompañados de un vistoso espectáculo ofrecido por el Grup Abanderats de Tortosa y una feliz Na Violant d´Hongria, Elena Llorens, junto a sus fieles Dones de Companya.

La dança de les Gitanetes de Albocàsser, la cerámica de Ribesalbes y el vino de Bocoi son algunas muestras de los 51 municipios presentes. Las escuelas de danza, la Bellea del Foc y varias entidades de la capital anunciaban la llegada de la reina a su destino, el centro de la fiesta.