En familia. Como mejor se viven y se sienten las emociones y vivencias de nuestras fiestas fundacionales. Un año más, los Agustí-Ramos madrugaron para cumplir con la tradición transmitida de generación en generación de regresar al solar de nuestros mayores en el Castell Vell. Ellos se consideran "de la soca", como indica el patriarca familiar, Joan Agustí. Recuerda que va a la Magdalena "desde hace 76 años".

"Cuando solo era un recién nacido, mis padres ya me llevaron a la Romeria", concreta Joan con la anuencia cómplice de su esposa, Fina Ramos.

Hijas y nietos

De esta forma, el matrimonio ha sabido inculcar a sus hijos y nietos los valores castelloneros. Con ellos se encontraban en la plaza Mayor dos hijas, Estela y María Angeles, sus yernos y sus nietos. No dudan en señalar al unísono que el día de la Magdalena "es una buena jornada para pasarla en familia, todos juntos". Así, desde la plaza mayor hasta el cerro de la ermita de la Magdalena siguieron todo el trayecto preceptivo y el ritual necesario de homenaje a los antepasados.

Joan Agustí y Fina Ramos son el ejemplo de las centenares de familias castellonenses que, llegado el tercer domingo de Cuaresma, renuevan el compromiso como fidelidad a los orígenes. Quizá, porque no hay una forma más próxima de socialización que la propia familia.