"Todos sumamos y hacemos la fiesta grande, de ahí nuestra unión". Quien lo dice es Juanjo Trilles, el presidente de la Federació de Colles, entidad que, con la Junta de Festes, consiguió reunir anoche a cerca de 1.300 comensales en La Pérgola para vivir el ya más que tradicional Sopar de Colles.

La velada, que arrancó cerca de una hora y media tarde por el Desfile de Gaiatas y la Encesa, sirvió para juntar a los representantes de las collas con los presidentes y las madrinas de las 19 gaiatas. "Este es un acto de hermandad, en el que todos compartimos nuestra pasión por las fiestas de la Magdalena y nuestra voluntad de que sigan creciendo año tras año", aseguró Trilles.

Fórmula infalible

Un año más, la gastronomía fue el mejor elemento de unión de lo dos colectivos festivos. Sobre las mesas de La Pérgola se podían encontrar los platos más variados y apetecibles. A los tradicionales y rápidos bocadillos se les sumaban las elaboradas cazuelas, cocidas a fuego lento durante varias horas, todo un manjar incluso para los paladares más exigentes.

Y ya con el estómago bien lleno, llegó el turno de los trofeos para los ganadores de los torneos de fútbol sala y tenis de mesa. También se entregaron los premios a los mejores carros que, como anunció ayer Mediterráneo, han recaído en manos de la colla La Petaka, la colla Corbella y la colla Panolla. Los representantes de las tres entidades manifestaron su inmensa alegría por haber logrado unos galardones que estuvieron disputados a causa de los elaborados trabajos que se presentaron.

Pero además de los colectivos festeros, hubo presencia de las autoridades locales en el gobierno y la oposición.