Los castellonenses ya conocen las 19 gaiatas. Después una larga espera, los monumentos protagonizaron ayer un Desfile de Gaiates largo y algo desangelado a causa de la ausencia de la música de banda. Algunas comisiones, como la de Rafalafena, Sequiol o el Grau decidieron que el Rotllo i canya les acompañara durante todo el recorrido y optaron por los equipos musicales. Un intento de que, pese a todo, el acto se asemejara al máximo al tradicional, el que se celebra el domingo de Magdalena, que sorprendió al numeroso público que se agolpaba por las calles de la capital desde las 18.00 horas.

Unos castellonenses que demostraron su cariño por las comisiones desde los primeros compases del evento, cuando hizo su aparición la Germandat dels Cavallers y que fue en aumento a partir del momento que llegaron les xiquetes del meneo junto a la Gaiata de la Ciutat.

INCIDENTE A continuación, los asistentes esperaban la llegada del guarismo 19 que, sin embargo, debió retrasar su entrada a causa de los problemas técnicos que tuvo desde el momento de unir la gaiata con el tractor. Finalmente, pudo salir iluminada entre Castalia y Sensal. Con todo, al entrar a la calle Gaset, a pocos metros del palco, el generador empezó a sacar humo y la gaiata se apagó, con el consiguiente disgusto de las madrinas y la comisión en su conjunto.

Las tres horas de desfile permitieron a los presentes analizar con detalle las gaiatas. Un año más, Sequiol fue de las más apreciadas. "Espectacular", decía una espectadora a su paso. También destacó el Grau con su continuada apuesta por la vanguardia, esta vez, presentando la puerta al mar. Tampoco pasó inadvertida la Gaiata 5 que, por rompedora, no dejó indiferente a nadie. Las trabajadas vidrieras de Tir de Colom y su monumento infantil también se llevaron ovaciones.

A nivel anecdótico, los problemas que tuvieron las madrinas para dar la volteta a causa de que el suelo estaba muy mojado por la humedad del ambiente.