La ´triunfita´ Soraya demostró en Castellón por qué es una de las artistas más prometedoras de la música española. Su carisma sobre el escenario, junto a sus versiones de canciones de los 80, como la celebrada ´Self-control´, hicieron bailar a la audiencia, que acudió en masa al concierto sin salir nadie decepcionado de la cita.