Júbilo, hermandad y muchas ganas de diversión. Ese compendio es el denominador común que se respiraba ayer en la inauguración oficial del recinto de la Fira del Bou per la Vila. Pese a la apretada agenda de actos del día del Pregó, las 14 casetas de ayuntamientos, asociaciones, peñas y agrupaciones festivas estuvieron a tope de aficionados, que tienen allí un punto de encuentro obligado.

La Fira del Bou no solo reunió a gente procedente de la provincia, sino que aglutinó a personas de fuera de España, incluso. Un hecho que ejemplifica la multiculturalidad y el magnetismo que rebosa cada vez más la Magdalena. Es el caso de Anselmo García y su mujer, Florence, residentes en Vaucluse (Francia), que junto a unos amigos Patrick y Roxanne no dudaron en aprovechar que unos familiares viven en Onda para pasar unos días en la capital y disfrutar del ambiente taurino. «Aunque vivimos muy lejos, cada año venimos a Castellón porque nos encanta el ambiente que hay en Magdalena», afirma.

Caso diametralmente distinto es el de Aitor Vilar. Con un séquito de más de 30 amigos, este joven de Nules empezaba su despedida de soltero en el Rincón Taurino. «Qué mejor que festejar el fin de esta etapa en el primer día de las fiestas, que es cuando la fiesta se coge con más entusiasmo», explica, bien escoltado.

DE TODAS LAS EDADES // Muchas familias también se congregaron en el recinto situado enfrente a la plaza de toros. Mientras los niños jugaban y correteaban, los padres se tomaban un refrigerio para acompañar la tertulia y combatir la calurosa mañana de sábado. Así lo contaba Miguel Ángel Andrés y Ana Tena, acompañados por sus hijos y otros dos matrimonios, todos ellos miembros de la Comissió de Penyes de Vilafranca del Cid.

Y, entre la amalgama de personas que juntó la inauguración de la Fira en el Ribalta (delante de la plaza de toros), también se encontraba gente que había acudido por su pasión a la tauromaquia. Mariola Sorribes, Rosa Pitarch, Pili Traver y Laura Barres, llegadas desde Artana, aguardaban en el recinto a la espera de que arrancara la actividad taurina. «La Magdalena no sería lo mismo sin las corridas. Son un elemento indispensable de la fiesta», defendían. Con ese fervoroso ambiente daba el pistoletazo de salida la X Fira del Bou per la Vila. Por delante, lúdicas jornadas de fiesta y toros.