Las palabras se le van agolpando en una pléyade de sentimientos. Vocablos como «emoción, nervios, dignidad, sueño cumplido responsabilidad...» los va desgranando como corolario de las sensaciones que está viviendo como madrina infantil de la gaiata 3, Porta el Sol.

Con solo 8 años, Sofía Sancho demuestra que le gustan las fiestas de la Magdalena, que está encantada de formar parte de la gaiata y que es consciente de que está experimentando un año inolvidable en el seno de una de las históricas comisiones de exaltación de luz como es la de la plaza Puerta del Sol. Luz de leyenda y generadora de espíritu festivo. Las luminarias del tercer domingo de Cuaresma como argumento básico y eje vertebrador de las fiestas mayores de la ciudad.

«De pequeña veía a las castelloneras con sus trajes y eso me encantaba», asegura a este diario una Sofia inquieta, versátil y entregada completamente a la causa magdalenera. Una niña que lleva, pese a su corta edad, un largo recorrido en cada uno de sus juegos y disfrute de la infancia en clave magdalenera.

De los actos de la semana grande de la ciudad no duda en citar la «ofrenda de flores» a la Mare de Déu del Lledó y la «procesión de las gaiatas que iluminan todo Castellón», en un rosario grandilocuente de explicaciones y deseos en el alma contenidos.

La pequeña Sofía estudia cuarto curso de Primaria en el colegio de los Escolapios, noble centro educativo donde tantos castellonenses han recibido su formación. Pero, además, en el mismo centro escolar está el Conservatorio Calasancio donde la madrina infantil estudia tercer curso de arpa. Un bello instrumento de resonancias medievales que insinúa dulzura y cariño, como Sofía que reconoce la dificultad que tiene aprender a tocar este instrumento tan armonioso.

REINA DE LA PUERTA DEL SOL // Pero mientras, vive las horas previas al momento de su imposición de bandas como madrina de los más pequeños de Puerta del Sol. No quiere desvelar de qué color será la falda que lucirá en la noche de mañana sábado porque «es sorpresa». Sí que afirma que de todo el conjunto del traje de castellonera le gusta especialmente la peineta del aderezo porque, según sus propias palabras le hace «sentir una reina», indica.

Efectivamente, la reina de los niños de la Puerta del Sol castellonense, que un año más se convierte en epicentro de la luz gaiatera. Un enclave urbano marcado por la historia de la ciudad turquesa y naranja que el sábado verá desfilar majestuosa a la comisión de la gaiata 3 en el eterno peregrinar hacia la ermita de Santa María de Magdala. Castellón es Puerta del Sol que encara sus fiestas mayores 2019.