L’Enfarolà iluminó el centro de Castelló con su esencia: una combinación de la música tradicional interpretada por la Colla de Dolçainers i Trabucaires Xaloc; mientras se disparaban los artificios de la maestra pirotécnica Reyes Martí con los colores de la bandera de la ciudad: verde, rojo y amarillo. Y, cómo no, el despliegue de los bomberos municipales, que volvieron a encargarse de engalanar el Fadrí, descendiendo desde lo alto para enarbolar la bandera de la 75ª edición de las fiestas. Un cartel luminoso en tonos verde Magdalena, referente precisamente a esta efeméride, conformó la sorpresa de la noche.

Como es tradición, el son del himno de la ciudad animó a los asistentes congregados en pleno centro, frente al campanario, para disfrutar del espectáculo pirotécnico, que arranca en el emblemático monumento y se extiende hacia el ayuntamiento. Un cambio de esta convocatoria es que ayer, tras el espectáculo, no se encadenó con los correfocs posteriores.