Bueno, bonito y barato. El mesón de la tapa y la cerveza hace de la popular expresión una declaración de intenciones que diariamente atrae a un sempiterno séquito de comensales a sus dos carpas situadas en la plaza España. Como si de acudir al rezo se tratase, miles de vecinos y visitantes de la provincia y otros puntos acuden en masa a esta particular meca gastronómica de las fiestas de la Magdalena, en la que, conforme llega el intenso y apretado fin de semana, más y más devotos recibe en sus instalaciones.

Su ubicación estratégica en el corazón de Castelló, el espíritu de hermandad que se crea entre los comensales, sus precios tan populares y el innumerable surtido de platos que tiene en cartera son un canto de sirena para los estómagos más famélicos y sedientos. No en vano, a solo 3,50 euros el tíquet, el cliente puede degustar una de sus exquisitas tapas y una refrescante bebida.

Repitiendo éxito en su decimonovena edición, acudir a almorzar, comer, merendar o cenar al mesón, impulsado por Mediterráneo con la colaboración del Ayuntamiento y el patrocinio de la Diputación, es ya una costumbre más que arraigada entre los castellonenses, que ven como año tras año sigue siendo la oferta más completa y atractiva para reponer energías durante la semana grande.