Fiestas de Castelló

Cómo cantar el Pregó ‘perfecto’

Antiguos pregoneros de las fiestas de la Magdalena desvelan a ‘Mediterráneo’ las claves y los secretos para recitar el texto de Bernat Artola

Enrique Ballester

Enrique Ballester

El Palau de la Festa albergó este jueves las pruebas para seleccionar al pregonero o pregonera y al representante infantil para las fiestas de la Magdalena del 2023. Con motivo de esta cita, Mediterráneo ha consultado a dos antiguos pregoneros y miembros del jurado para desgranar las claves y los secretos del Pregó 'perfecto'.

Uno de ellos es Fernando Vilar, pregonero en 2015 y comisionado de la alcaldesa para los pregoneros de las fiestas. «Lo primero es la motivación --explica Vilar- y de hecho es una pregunta que se les hace en el proceso de selección: qué significa para ellos ser pregonero, por qué quieren serlo. Después ya están aspectos como la potencia, saber entonar, una buena dicción en la lengua valenciana y, quizá lo más importante, la resistencia».

La presión

«Hay que tener en cuenta que el pregó se canta seis veces en condiciones de mucha presión», indica Vilar. «Es un momento que impresiona. Estás subido al caballo y ves que la gente se arremolina, deja lo que está haciendo y se dispone a escuchar. Es muy importante el control de la emoción», añade.

El pregonero de las pasadas fiestas, con el parón por el covid incluido, fue Chema Prades. «La potencia vocal es fundamental, porque vas a cantarlo varias veces a viva voz en espacios abiertos, y también pesa el aguante y la ilusión. Lo más difícil puede ser coger el tono, porque si es demasiado grave no se te va a escuchar y si es demasiado agudo puedes hacerte daño», explica. 

Prades cuenta cómo se preparó. «Hacía tiradas de seis pregones uno detrás de otro sin parar. Es como un entrenamiento para correr una larga distancia. Me hice un planning... En espacios cerrados utilizaba un medidor de decibelios para controlar la potencia y, al aire libre, me lo llevaba para tener el control y no pasarme, porque en la calle tiendes a cantar con más fuerza y sin darte cuenta me iba a los 110 decibelios, unos 20 o 25 más que en casa. Iba a un parque perdido en la zona de la carretera Alcora para no asustar a nadie», confiesa.

El factor emoción

Una vez dominados el texto y la entonación, asoma un factor más difícil de controlar y preparar: «La emoción». «Es difícil pero hay que estar centrado en lo que estás haciendo. Yo siempre decía ‘si después de todo lo que ha pasado por la pandemia, y de tres años de espera, me pongo a cantar el pregó ese día y desvío la vista y veo que la gente se pone a llorar, tendré que parar y llorar yo también’, así que has de fijar la vista en el pergamino y concentrarte al máximo», asevera.

Selección

En esta ocasión, los ocho castellonenses que optan al cargo adulto son Manuel Doumere, Francisco Ortuño, Ángel Sánchez, Vicente Sorlí, Irene López y Erika Martí; y los expresidentes infantiles Jorge Casanova y Nacho Marín. El jurado presentará ahora una terna (con los mayores) y a los dos infantiles --con un informe- para que elija la alcaldesa Amparo Marco. 

Vilar señala el mayor prestigio que ha adquirido el cargo desde la puesta en valor del mismo por parte de la alcaldesa. «Hay más interés», dice. «Además de lo que puedan ensayar conmigo, una vez elegidos, hay candidatos que se preparan con clases», apunta. Vilar también desvela algún secreto que traslada a los seleccionados, como el spray de propóleo a usar para relajar la garganta: «Antiguamente llevaban un trocito de bacalao que chupaban entre canción y canción». 

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