La Nit Màgica desata un frenesí de música, pólvora, chispas y dimonis

Han hecho falta 3 años --dos de pandemia y uno de mal tiempo-- para poder volver a disfrutar de uno de los actos del programa más queridos de las fiestas de la Magdalena. La Nit Màgica de Xarxa Teatre arrancó a las 23.00 horas en la calle Gobernador con Cardona Vives, desencadenando una explosión de adrenalina. Sant Roro (desde una carretilla elevadora) destapó la espita, con la música de la Colla de Dolçainers i Tabaleters y la percusión de Desperta Ferro! encabezando el pasacalle.

Más de 200 personas --entre músicos, dimonis, figurantes y personas de apoyo-- contribuyeron al espectáculo, con colaboración de Moros d’Alqueria, Cavallers de la Conquesta, l’Aljama, Rei Barbut y la Gaiata Sequiol.

Una hora y cuarto de frenesí de música, pólvora y chispas a lo largo de kilómetro y medio de recorrido. En total se emplearon 220 kilos de pólvora. El apoteosis llegó en la avenida del Rey don Jaime, donde estaba montado el escenario, con cuatro finales, con acompañamiento aéreo, de percusión, realmente cañeros, que hicieron galopar los corazones de los castellonenses. Hubo, además, alguna que otra sorpresa (incluido un pequeño susto al arder tres palmares) con un montaje de farolas diferente. Una noche de catarsis y liberación. El parte oficial recogió 16 asistencias sanitarias (quemaduras, contusiones, alcoholemia e incluso una crisis de ansiedad).

«Teníamos muchas ganas de reencontrarnos con el público de Castelló tres años después», señalaba Leandre Escamilla, que encarna a Sant Roro en la Nit Màgica y es el cofundador, junto con Nel.lo Vilanova, de Xarxa Teatre, el grupo de teatro de calle que ha actuado en 41 países de los cinco continentes Y que lleva más de 30 años iluminando el cielo en la Nit Màgica.