Roca Rey y Francisco de Manuel, puerta grande como homenaje a Daniel Ruiz

La tarde se ha abierto este sábado con el recuerdo a Daniel Ruiz y un minuto de silencio en su memoria. La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Al ganadero albaceteño, ya de camino a casa tras lidiar dos toros en el mano a mano, se le paró el corazón. Nadie podía imaginarse que el último día de su vida lo iba a pasar en Castelló. 

Estuvo en el sorteo, con su inseparable puro. Se le veía feliz, departiendo con compañeros, amigos, toreros… no paró de compartir anécdotas en el despacho de Toño Matilla rodeado por sus amigos ganaderos Justo Hernández y Ricardo Gallardo, que reían a carcajadas con las historias que Daniel contaba con su habitual socarronería. Con ellos y con su hijo Daniel compartió mesa y mantel, hablando de su gran pasión: la ganadería brava.

Abandonó la plaza junto a su hijo y el mayoral de la ganadería, hablando de las virtudes de ese toro Mamarracho, el último que vio en vida y que se crió en los predios de Alcaraz, la tierra manchega a la que anoche llegaría inesperadamente sin vida.

Gran ambiente

La plaza se veía aparentemente llena. Ambientazo y expectación suscitada por ver a Roca Rey, que no ha defraudado. El torero del momento acapara la atención mediática del momento, tanto que incluso está siendo protagonista de una película Tardes de soledad, dirigida por el director Albert Serra y producida por Luis Ferrón. El despliegue técnico que se ha visto por los tendidos ponía de manifiesto la importancia de este filme, que promete mucho. Ambos han venido acompañados por Salvador Boix, el apoderado de José Tomás, que suscitó comentarios y especulaciones. ¿Estará José Tomás en la próxima Magdalena? Solo el torero tiene la respuesta. Este sábado, el apoderado catalán ha llegado en calidad de asesor artístico de esta película. Nada más. O eso parecía. 

Sin ser una de sus tardes rotundas, la manera de avasallar de Roca Rey, con esa difícil facilidad, sin que apenas aumenten sus pulsaciones, ha electrizado el corazón de la afición como un calambrazo. 

Ha habido que esperar hasta el quinto toro de la tarde para que se vivieran tales emociones. Este quinto ha salido abanto y aquerenciado, sin orden. Se ha enfadado el público, que protestaba su mansa condición y no apostaba por el toro. Hasta que ha salido Roca Rey y todo ha cambiado en la faena de muleta. Lo ha sujetado, lo encelado, le ha tapado la salida e imantó el viaje con una muleta autoritaria. Cobró protagonismo el toreo en redondo. Por aquí, por allá, por delante, por detrás… se ha pasado al toro por donde y como ha querido. Había que poderle al animal pero sin abusar, pues tenía la raza justa. Se ha rajado al final el toro, pero en el tercio, el peruano ha seguido plantándole cara y ha armado un alboroto, levantando de sus asientos a un público entregado. Ha matado de buena estocada y le han dado las dos orejas. 

Se ha quitado la espinita de su primera faena, que ha brindado al cielo en memoria de Daniel Ruiz, ganadería en la que estuvo tentando hacía escasos días. Ha echado las dos rodillas al suelo para comenzar con un cambiado por la espalda pero al toro, que ha tenido nobleza, le ha faltado poder y eso ha condicionado que fuera una labor fría y gris como la tarde. Desangelado todo. Los circulares invertidos del final y la estocada han desatado una leve petición que no fue atendida. 

De Manuel se justifica

Francisco de Manuel ha entrado en Castelló por ser una de las novedades de la pasada temporada, tras su éxito compartido precisamente con Roca Rey. Ambos salieron a hombros de Las Ventas y ahora lo han vuelto a hacer en la Magdalena. Así en Madrid como en Castellón. Se ha justificado el torero madrileño, con una oreja de cada toro. 

Mejor ha estado frente al sexto, que ha salido abanto y desentendido, pero se ha venido arriba en la faena de muleta y ha sido un gran toro. Ha tenido prontitud y ha repetido con cierta codicia a la muleta de un firme Francisco de Manuel, que ha salido con la hierba en la boca. Ha tenido un gran pitón izquierdo, aunque el madrileño no ha insistido mucho por ese lado. Ha habido gusto en su labor, compostura y variedad para abrochar las series, con pases de la firma, cambios de mano… Se ha metido al público en el bolsillo. Han transmitido toro y torero. Tras una buena estocada y descabello, se le ha premiado con una oreja. 

De rodillas

Su primero ha sido un toro exigente, al que había que llegarle, llevar tapado y sometido. Ha abierto la faena de rodillas en redondo el madrileño, para seguir toreando sobre la diestra hasta que en una fea colada, ha optado por cambiar de mano. Se aquerenció el toro al final. Ha matado de una buena estocada al encuentro y ha paseado una oreja. 

Han pasado muchas cosas en el toro que ha abierto plaza, Caramelo de nombre. Ha avisado de sus intenciones Sebastián Castella al irse a portagayola. Ha salido desentendido el toro pero aguantó el torero para darle el afarolado, pasando después momentos de apuro. Buen tercio de banderillas de José Chacón. Para entonces ya se adivinaba la calidad del de Matilla, de excelente presentación, serio y hondo. Ha sido un toro de bandera, de clase sublime, que persiguió el engaño con una templanza exquisita. Un toro de carril. Ligaba los muletazos Sebastián casi sin soltar, rehilados, convertidos en circulares, sin solución de continuidad, pues el toro así lo exigía. Ha habido momentos de acople y relajo, otros en los que faltó mayor conjunción. Ha sufrido una espectacular voltereta, sin graves consecuencias, de la que se repuso algo conmocionado. Ha vuelto a la cara del toro y en unas manoletinas puso al público en pie. Mató de estocada desprendida y cortó una oreja.  

Bajo de raza el castaño que hizo cuarto, ha acabado rajándose a mitad de faena. Apenas dos tandas ha dejado Castella en el centro del ruedo, ligadas, con el toro embistiendo humillado. Pero lo que ha comenzado con buen pie se fue diluyendo por culpa del toro. Cantó la gallina, se fue a tablas y todo quedó en agua de borrajas. 

Al final, una nueva puerta grande más en esta Feria de la Magdalena en Castelló en la que cada día ocurren cosas.

La gente ha acudido con disposición de disfrutar y así lo hicieron. Ni el amago de llover ha enfriado los ánimos. Si es que cuando hay interés… otro gallo canta. Todo es distinto.