De sobra es conocida ya, o debiera serlo, la historia de cómo se gestaron les Normes Ortogràfiques de Castelló, o simplemente Normes de Castelló o Normes del 32. A principios del siglo XX el valenciano se encontraba en una situación de anarquía ortográfica que hacia inviable hacer crecer su prestigio social frente a un castellano hegemónico como lengua de cultura, esto llevó a que durante los años 20 del siglo XX entidades culturales valencianas ya adoptaran la gramática fabriana propuesta el 1913 y aceptada por el Institut d’Estudis Catalans el 1917, pero no sería hasta el 21 de febrero de 1932 cuando se produce un consenso mayoritario para aceptar estas normas adaptándolas a las particularidades valencianas.

El impulso principal para hacer las normas se dio gracias a la intervención de la Societat Castellonenca de Cultura,siendo redactadas por Lluís Revest y Carles Salvador. Les Normes fueron recibidas con gran aceptación social por parte de los literatos valencianos y forman parte de nuestra historia cultural. Es por ello que el Ayuntamiento de Castellón, en colaboración con la Acadèmia Valenciana de la Llengua, impulsará una ‘Aula d’Interpretació de Les Normes de Castelló’.

El lugar elegido para poner en marcha esta nueva sede se ubicará en la antigua Casa Matutano de la calle Cavallers, actual sede del Museu d’Etnologia, siendo compatible con el funcionamiento habitual de este museo. Allí fue, precisamente donde se firmaron ‘Les Normes’, hace casi 82 años.

Les Normes de Castelló son un patrimonio cultural de primer orden para la ciudad y es por ello que ahora se difundirá su importancia tanto entre la ciudadanía. H