¿Qué es una novela? ¿Para qué sirve una novela? De entre todas las respuestas que uno pudiera encontrar, en diferentes manuscritos o por la extensa y extenuante red internauta, resulta llamativa la que ofreciera en su día Emilia Pardo Bazán. La escritora gallega decimonónica señaló lo siguiente: “Tengo por importante entre todos el concepto de que la novela ha dejado de ser obra de mero entretenimiento, modo de engañar gratamente unas cuantas horas, ascendiendo a estudio social, psicológico, histórico, pero al cabo estudio”. Pardo Bazán poseía un agudo olfato crítico, de eso no hay duda. Su quehacer literario le permitió construir una novela cuya composición responde a los cánones de la estética realista y aún naturalista, aunque también flirtearía con el Romanticismo.

La autora de Los pazos de Ulloa o La madre naturaleza era una mujer de férreo carácter, comprometida con su tiempo y, sobre todo, defensora de los derechos de la mujer --nunca se achantó a la hora de denunciar la desigualdad educativa entre el hombre y la mujer, lo que le llevó a recibir múltiples críticas--. Precisamente, con su novela Insolación, aparecida en 1889, defendería la igualdad de género en cuestiones de moral sexual. Como era de esperar, la polémica se cernió nuevamente sobre ella. “Como ocurriese con muchas otras de sus obras, Insolación fue considerada pornográfica por parte de la crítica”, apunta Pedro Villora, autor de la nueva versión teatral que el próximo viernes, 27 de febrero, se representará en el Teatre Principal.

Aquello que desconcertó al lector de la época no fue otra cosa que la tremenda sinceridad en la escritura de Pardo Bazán. La autora gallega expresó como novelista esos sentimientos femeninos que nadie se hubiera atrevido a manifestar. Ella era así, resuelta.

LA OBRA // María Adánez interpreta a Francisca de Asís Taboada, marquesa viuda de Andrade, gallega como la propia autora y afincada en un Madrid de final de siglo “donde las tradiciones y el conservadurismo de la aristocracia y la alta burguesía generan un clima asfixiante que constriñe los deseos e ilusiones de una dama todavía joven y atractiva que, de repente, asumirá la capacidad de pensar y decidir por su cuenta”, como bien señala Villora.

En el transcurso de la historia, Asís conoce al joven gaditano y seductor jactancioso Diego Pacheco --papel que encarna el actor José Manuel Poga--, “se deja requebrar por él más allá de lo aceptable”, advierte Pedro Villora. La marquesa se debate entre entregarse sin miedo al placer, tomando las riendas de su sexualidad, ejerciendo su libertad, o abandonar ese “comportamiento inconveniente”, impropio de una dama de su alcurnia. Diríase que ‘Insolación’ no es una historia de amor al uso sino la superación de la feminización romántica de lo literario.

La obra está dedicada a José Lázaro Galdiano, célebre periodista y coleccionista que la propia Pardo Bazán conocería en Barcelona, en la Exposición Universal de 1888 y con el que mantuvo un breve romance al tiempo que protagonizaba una relación semiclandestina con Benito Pérez Galdós. Pedro Villora afirma que el texto “ha sido visto en numerosas ocasiones como una transposición de la pasión que un año antes había tenido la autora con Lázaro, semejante a la que describe entre Asís y Pacheco”. No obstante, ‘Insolación’ habla de muchas otras cosas, tal y como explica el director de la obra teatral, Luis Luque: “la obra habla del encuentro de dos latitudes españolas, el norte y el sur, como metáfora de las clases sociales imperantes en la España de finales del siglo XIX. La clase aristocrática y sus estrictas leyes sociales frente a la España más popular con una moralidad menos asfixiante y más libre”. Para Luque, “lo interesante que muestra la autora en esta novela que ahora llevamos a su versión para la escena no es la lucha de los dos protagonistas sino su encuentro, no es un mensaje segregador, al contrario, unifica y nos hace intuir que la separación entre clases en una España que empieza poco a poco a transformarse”.

Emilia Pardo Bazán describe, por tanto, a una mujer “que se revela como heroína post-romántica, describiendo el amanecer de la pasión dentro de ella y siendo consecuente con lo que le despierta Pacheco, su última acción mostrando su amor públicamente nos hace descubrir que las mujeres empiezan a reivindicar su papel social y político”, en palabras del propio Luis Luque.

Chema León y Pepa Rus acompañarán sobre las tablas del Teatre Principal a María Adánez y José Manuel Poga en esta genuina obra, valiente e incisiva, que hace ya 125 años escribiera una de las autoras más célebres de nuestras letras, como fue Pardo Bazán.