Yuval Gotlibovich sobresale en la actualidad como uno de los violistas de su generación más solicitados del panorama internacional. El israelí ya ha tenido la oportunidad de colaborar con artistas de renombre como Menahem Pressler, Marc André Haemlin, George Pludmahcer, Nobuko Imai y Janos Starker, entre otros. En pocas palabras, su trayectoria se encuentra en fase ascendente.

Nombrar a Gotlibovich no es baladí si tenemos en cuenta su estrecha relación con uno de los compositores españoles más espontáneos, originales e intuitivos que existen, el castellonense Ramón Paus. En más de una ocasión, Paus ha declarado que cuando comienza a componer una obra no tiene “ninguna premisa de cómo será”, simplemente “tira los dados” y deja que la obra se vaya completando, que “siga latiendo”. Y en ese latir constante compuso la obra para piano y viola Madera Ocaso, pieza cuya “world premier” se llevará a cabo el próximo viernes, 19 de septiembre, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Los intérpretes de esta pieza serán el pianista Eduardo Fernández y el ya citado Yuval Gotlibovich.

El título de Madera Ocaso se debe, tal y como el propio Paus me comenta, a la importancia misma de esa madera que “ya sea bajo la forma de cuna cuando escuchamos las primeras berceuses o ya sea como vigía solemne de nuestro último viaje no deja en ningún momento de tener un contacto íntimo con nuestra existencia”. Asimismo, para el compositor castellonense, “la viola, con su sonido ocaso, quizás sea una de las acepciones mas nobles de la madera”. Es precisamente ahí, donde se encuentran algunos de los argumentos que incendian esta obra que, según me explica su autor, formará parte de una grabación para el sello Naxos. Y es que el bueno de Ramón Paus parece no querer descansar. Ilusionado como siempre, satisfecho por el reconocimiento que despierta su trabajo en España y el resto del mundo, sus proyectos para este final de año y principios de 2016 son de envergadura.

A CORTO Y MEDIO PLAZO // Si este septiembre se representará ‘Madera Ocaso’ en Madrid, en octubre, concretamente el día 29, en el Auditorio del Conservatorio Jesús Guridi de Vitoria tendrá lugar el estreno absoluto de su canción para mezzo, viola y piano ‘Apenas se oía el polvo’, cuyo texto, como me indica, es de la poeta Jeannette L. Clariond. Como intérpretes para la ocasión, se contará con la participación de la mezzosoprano Marta Knörr, la viola de Maider Diaz y Aurelio Viribay, como pianista.

Noviembre será también un mes clave para la trayectoria de nuestro artista, puesto que el día 15 de ese mes, en el auditorio del MACBA de Barcelona se procederá al debut de otra de sus partituras: Elegía primera, la deriva. In memoriam Edith Maretzki. La Orquesta de Cambra Catalana se encargará de interpretar esta pieza en homenaje a esta violinista. Un día más tarde, el 16 de noviembre, dará comienzo la grabación para el sello Naxos --una de las casas discográficas líderes en música clásica en todo el mundo, con infinidad de premios-- de su obra para viola.

En lo que resta de año habrán otras interpretaciones. Paus me destaca las giras internacionales de sus obras ‘Piano Astrolabio’ y ‘Duo Abisal’, así como la actuación del cellista Iagoba Fanlo en el Auditorio de la Diputación de Alicante --el 24 de noviembre--, donde se encargará de representar la partitura de Paus ‘Víspera’ o, ya en diciembre, en el COMA 2015, es decir, el XVII Festival de Música Contemporánea de Madrid, la interpretación de la obra para guitarra Irta compuesta expresamente para que la interpretara el recientemente fallecido guitarrista castellonense Manuel Babiloni. Y hay más, mucho más. Eso sí, todo en escenarios del resto de España o el extranjero, lo cual no deja de ser extraño, por no decir una tontería, puesto que hasta la fecha nunca se han interpretado en Castellón, su tierra, las partituras de uno de los compositores contemporáneos más reconocidos. Esperemos que eso cambie.