"Es una curva de izquierdas larga, abierta, muy, muy rápida. Te aproximas a ella a casi 200 kilómetros por hora, apuras la frenada, sueltas frenos y, en el ápice, puedes estar rodando a 170 kms/h. y, por tanto, la caída se ha producido a altisima velocidad", narraba Juan Martínez, técnico de suspensiones y comentarista de DAZN al narrar la primera caída delcatalán Marc Márquez (Honda) en el segundo gran premio tras estar nueve meses sin correr y haber acabado, hace quince días, en séptima posición el Gran Premio de Portugal.

Márquez, que rodó por la arena y acabó estrellándose, esta vez no muy violentamente, contra las protecciones de aire de esa curva 7, se levantó solo (durante la caída cruzó sus brazos para protegerse los brazos, los hombros y las clavículas), se levantó solo, movió sus cuerpo como salpicándose el polvo, la arena, se subió a un scooter de un comisario y llegó, por su propio pie, a su box, rechazando acudir a la clínica móvil.

Primera revisión

El doctor Ángel Charte, del Institut Quírón Dexeus, de Barcelona, y máximo responsable médico del Mundial de motociclismo, acudió rapidamente al camión de MM93 de Honda y, tras una primera revisión en ese habitáculo, el propio Marc llevó en su scooter al doctor Charte a la clínica del circuito para confirmar que el ocho veces campeón del mundo no tenía nada grave y, por tanto, posiblemente pueda, a las 13.30 horas, tomar parte en el último entrenamiento largo (FP4) antes de la calificación y ensayo con el que se construye la parrilla.

El protocolo que se ha producido tras la caída da a entender que Márquez está bien y podrá seguir corriendo con normalidad en este cuarto gran premio de la temporada, pues ni abandonó la pista en ambulancia ni acudió, rápidamente, a la clínica mòvil, señal que todos tenían la impresión de que no se había producido fractura alguna aunque, evidentemente, debe comprobarse que su brazo derecho, el húmero reconstruido y soldad, sigue intacto y en buenas condiciones.

Listo para caerse

Márquez, que superó su reaparición en Portimao hace quince días sin caída alguna, al igual que hiciera ayer en Jerez, ya habló de que estaba mentalizado en que "un día y otro sufriré mi primera caída tras este largo periodo de ausencia y, en ese sentido, solo deseo que no suceda nada serio, pero caerme, me voy a caer". Es más, cuando Márquez participó, a inicios de año, en la presentación oficial del equipo Repsol Honda y, cuando aún no se sabía cuando podría volver a correr, el propio piloto contó que había pedido a los doctores que no le dieran permiso para correr "hasta que mi brazo, mi húmero derecho, no estuviese listo para soportar caídas".