La familia de la Clase C de Mercedes-Benz Mercedes-Benzcontinúa creciendo con una evolución del Estate, que no deja de ser más que lo que conocemos como un vehículo familiar, pensada para aquellos con un espíritu más aventurero y que no se quieren limitar únicamente a la vida urbana.

Este nuevo Clase C Estate All-Terrain es la continuación del Clase C Estate habitual, pero adaptado a las exigencias de los caminos off-road. Estéticamente las diferencias no son muchas, y la principal no es otra que la carrocería más elevada, 40 mm, lo que le permite dar ese salto fuera del asfalto sin que sufra en exceso. Otro punto diferente es el de la nueva parrilla, de nuevo diseño, que enfatiza su carácter aventurero y, por supuesto, las piezas de protección que están situadas en la parte delantera, trasera y lateral, amén de las ubicadas bajo la carrocería.

En lo que a dimensiones se refiere, los 4,75 metros de largo están muy bien aprovechados, aumentando su altura en cuatro centímetros para cumplir con nuestros deseos camperos. Para ese recorrido lejos del asfalto, incorpora un sistema de suspensión específico, además de un sistema de faros matriciales Digital Light, que incluyen una luz especial que cuando tiene activado el modo todoterreno, detecta obstáculos en los laterales cuando llevamos una velocidad inferior a los cincuenta kilómetros por hora, ya que a partir de ahí se desactiva.

Ofrece los clásicos modos de conducción ECO, Comfort, Sport e Individual, incorporando dos nuevos, el Off Road y el Off Road +, que incluye el sistema de descenso de pendientes, DSR. El sistema de tracción 4MATIC es inteligente, y en caso de necesidad, es capaz de enviar el 45% de la tracción a las ruedas delanteras.

En lo que a motorizaciones se refiere, el nuevo Clase C Estate All-Terrain, ofrece un motor gasolina C200 de 204 CV de potencia, que incorpora una microhibridación ligera de 48V que le permite obtener la etiqueta medioambiental ECO. También dispone de una motorización diésel 200d, con una potencia de 200 CV. Todos ellos con una caja automática de nueve velocidades. Llegará en febrero a los concesionarios y, a pesar de ello, han sido muchos los clientes que han mostrado gran interés por este vehículo.

Mercedes-Benz llegó a Stuttgart para la presentación de este modelo. No cabe duda de que, en carretera, el vehículo respondió perfectamente a lo que se podía esperar de él, con una suavidad en la conducción y unos ajustes solo al alcance de muy pocas marcas. No fue un recorrido excesivamente largo, ya que partimos de la fábrica de la marca en Stuttgart con destino al pequeño municipio de Immendingen, en la región de Friburgo, a ciento treinta kilómetros.

Y es que, en esta localidad, Mercedes-Benz ha construido un centro de pruebas y tecnología extraordinario. Antes de entrar tuvimos que depositar nuestros teléfonos móviles en una bolsa para no fotografiar todo lo que veríamos, y es que en un entramado de más de treinta pistas y casi setenta kilómetros de carreteras, el fabricante alemán prueba sus futuros modelos, entre ellos el coche autónomo, en donde pudimos ver copias de diferentes carreteras de todo el mundo.

Después de varios kilómetros de corrido por una maraña de vías, cruces, carreteras y circuitos, llegamos a la parte destinada a las pruebas off road. El circuito elegido no fue realmente duro y exigente, pues no nos podemos olvidar que estamos delante de un turismo con capacidades off road. Aún así, he de reconocer que este Mercedes Benz Clase C Estate All-Terrain superó con crecer mis expectativas. Sobre todo, destacaría la sencillez con la que subió una rampa de un 50% de inclinación, y lo bien que funciona el sistema de ayuda en descenso en un tramo tan exigente como esa bajada. El buen funcionamiento de la caja de cambios hizo que el recorrido, cerca de media hora por el monte, se desarrollara sin el más mínimo problema, sorteando todos los obstáculos con relativa facilidad. Si a ello le unimos el confort de las plazas, tanto del conductor como del acompañante, podemos hablar de un vehículo ideal para llevar una doble vida.