¿Cómo se presenta Vive la Moto después de un año de ausencia obligada y qué novedades trae para esta edición?

Vive la Moto 2022 es el regreso del principal evento de la moto tras el parón del Covid, que nos ha obligado a prescindir de las ediciones de Vive la Moto, y que cuenta con el respaldo de las marcas. Es el regreso del principal evento de las marcas de moto en España. No es solo una feria el uso, ya lo veníamos planteando en ocasiones anteriores, no pretendemos que sea un salón clásico, sino que sea además el punto de reunión de todos los profesionales del sector de la moto en España. Y por otra parte que no solo sea una feria tradicional, si no un salón con una oferta grande en experiencias a los usuarios de la moto.

La experiencia es un pilar básico ¿En qué pilares más se sustenta Vive la Moto?

Para nosotros por un lado está la exposición comercial, la oferta más amplia, más completa, en la que van directamente las marcas, y las actividades y experiencias desde donde poder probar motos y todo tipo de modelos a tener una primera experiencia con un vehículo eléctrico a diferentes tipos de pruebas que estamos preparando. Y por otro lado, lo que lo que comentaba destinado al profesional, para los que estamos preparando un calendario específico de actividades, de talleres, de formaciones sectoriales que todavía no hemos hecho públicas, pero que estoy seguro también que será algo mucho atractivo para los profesionales.

¿Qué papel juega la movilidad eléctrica en esta edición?

Esta edición va a ser seguro el récord de presencia de moto eléctrica en Vive la Moto. La moto eléctrica está ganando cada vez más presencia en la calle. Cada vez hay más marcas que tienen oferta en eléctrico, esta oferta es bastante más amplia y se está reflejando en el mercado. El eléctrico puro más popular es la moto y tiene unas cotas superiores al 6% y por tanto es seguro que esta edición va a ser récord en cuanto a presencia de motos eléctricas. Hay nuevos fabricantes, nuevos importadores, muchas marcas y modelos que antes, que cuando hicimos nuestra última edición de Vive la Moto no estaban presentes en el mercado, no existían y esa capa nueva se incorpora seguro a Vive la Moto. Por otra parte, no es solo es que estén presentes y que se puedan ver todas esas motos eléctricas, también lo importante que se puedan probar. Mucha gente todavía no ha probado nunca un vehículo eléctrico. La sensación que puedes tener en un vehículo de este tipo es diferente al tradicional. Lo importante es que no solo van a estar, sino que se van a poder probar.

En este sentido, IFEMA MADRID es el mejor escenario para vivir una experiencia completa con pruebas, zona de exhibiciones…

Sí, seguro. IFEMA MADRID es la institución de referencia en Madrid y reúne todas las características para que Vive la Moto sea un éxito. E incluso en tiempos de pandemia hemos visto la flexibilidad y la capacidad de gestión de IFEMA MADRID para tratar diferentes contingencias. En nuestro caso cuenta con una estructura muy amplia y cómoda, tanto en las partes de la exposición interior como lo que es la parte de actividades exteriores. IFEMA MADRID cuenta con muchas facilidades de transporte y de acceso desde Madrid, con aparcamientos amplios. Como decía, es la institución de referencia en Madrid y Vive la Moto Madrid no puede estar en un sitio mejor que en IFEMA MADRID.

Los viajes en moto también cobran protagonismo, al igual que las propuestas para los profesionales.

El Mototurismo es una vertiente de uso de la moto que cada vez es más popular entre los clientes y nosotros ya en la última edición arrancamos con una zona específica dedicada al Mototurismo, que en esta ocasión queremos todavía potenciar más. Allí cualquier aficionado va a encontrar todo tipo de productos o servicios relacionados con los viajes en moto, además de las charlas de viajeros muy reconocidos y en definitiva una agenda de contenidos, actividades relacionadas con todo lo que puede necesitar un usuario que sale de ruta en moto. También todo lo que es el equipamiento y accesorios más orientados a este tipo de uso. En definitiva, una zona de Mototurismo con todos los productos y servicios que pueden necesitar este usuario.

La celebración de EICMA este año ha tenido una gran aceptación por parte del gran público. ¿Puede ser un buen preludio?

Yo creo que sí. Desde luego para nosotros ha sido una buena noticia el éxito y el regreso de EICMA. Tenemos mucha ilusión, estamos convencidos que el público tiene ganas, habrá una gran respuesta y esta será la mejor edición hasta la fecha que hemos hecho de Vive la Moto.

Cambiemos de escenario, pero no de protagonistas. Llegamos al final de 2021. ¿Qué balance hace?

Nuestra valoración de 2021 es muy, muy positiva. La moto es el segmento de la parte de automoción que mejor se está comportando en cuanto a ventas. Estamos superando los volúmenes del año pasado y lo que es mejor, es que estamos muy cerca de los volúmenes de 2019, que fue el año récord de la década. Es verdad que hay algunos problemas, que la moto no se está escapando a la crisis global de logística, de suministro de determinados componentes; estaríamos dando resultados todavía mejores si no fuese por estos problemas. Así y todo, las cifras de mercado son muy buenas y tenemos que estar satisfechos.

¿Los escúteres siguen siendo el motor de las ventas?

Sí, desde luego siguen siendo más de la mitad del mercado total de la moto y es como se dice la palanca principal del mercado, es una parte del mercado que está ganando nuevos clientes día a día. Es la opción más popular de movilidad urbana. Pero esto sin perjuicio de lo que es la otra gran parte, casi la mitad, alrededor de un 45% de la moto de ocio, la moto de turismo, que la verdad es que se está comportando también muy bien tras la salida de los confinamientos duros y del Covid. Incluso durante este año 21 ha habido momentos donde la parte que más crecía era esta de moto de ocio y turismo. Creo que también los confinamientos han servido para eso, para que la gente tenga más ganas de aprovechar cada minuto. Y la moto de ocio ofrece grandes sensaciones, libertad, de manera que está resultando muy atractiva y está funcionando también muy bien. Los escúteres sí, pero otra parte también nos está funcionando muy bien.

¿Sigue siendo la moto la solución al problema del transporte individual en las ciudades?

Creo que sí, que es cuando menos, una parte importante de la solución. Estamos viendo ahora que ya se han recuperado e incluso se están superando los niveles de movilidad previas a la pandemia. Y en ese sentido estamos recuperando el desgraciado problema de la congestión. La moto por su reducido espacio y características contribuye sensiblemente a controlar y a reducir este problema de la congestión. Además, motocicletas y ciclomotores tienen un rango de cobertura de kilómetros que cubre unos rangos de desplazamiento de necesidades de movilidad bastante amplios. En esta nueva movilidad donde necesitamos estos días que haya una escasa ocupación de espacio, que los costes de uso sean contenidos. Por lo tanto tiene que ser una parte importante de la solución a la movilidad. Y además es que así lo están reflejando las cifras de mercado opta por estos vehículos ligeros.

Se ha pedido el cambio de etiqueta de las motos a las DGT ¿Cómo está la situación?

No sólo en las motos, sino que el Gobierno ha dicho que no va a modificar nada de las etiquetas ambientales en lo que queda de legislatura. Para nosotros concretamente en el sector de la moto es muy mala noticia porque ya veníamos arrastrando demasiado tiempo unos problemas y con esta intención del Gobierno estos problemas no se van a solucionar en el medio plazo. Hay que recordar que la moto tiene la etiqueta ECO desierta de manera en no hay motos con etiqueta ECO y hay muchos municipios, políticas de todo ámbito estatal, comunidades autónomas y ayuntamientos que establecen ventajas para vehículos con etiqueta cero y esto significa que en el caso de las motos, ninguna de estas ventajas son accesibles.

Pero ahora las motos emiten menos que antes.

Por otra parte, las motos más eficientes, las Euro5 que se venden actualmente reciben la etiqueta C, la misma etiqueta que reciben las motos que se compraron en el 2006, hace ya demasiados años. Las motos actuales frente a esas motos de 2006 han reducido la emisiones a un 60% el monóxido de carbono y un 71% hidrocarburos y óxidos de nitrógeno. O sea, no tiene sentido todo el esfuerzo industrial europeo, todo el esfuerzo político y luego no reconocerlo en un distintivo. Hay que recordar que los factores de contaminación de estas motos son menores que muchos de los coches que están recibiendo actualmente la ECO. La realidad es que las etiquetas de coches y motos visualmente son iguales, pero no significan los mismos factores de contaminación. Pero muchos ayuntamientos sí están confundiendo, están entendiendo que esas etiquetas son equivalentes. Entonces a la hora de establecer zonas de bajas emisiones los vehículos sin etiqueta no entran y con etiquetas sí, da igual que sean coches o motos. Esta confusión no se termina de arreglar e incluso revisar, ajustar el sistema de etiquetado en el caso de las motos ayudaría a solucionar todos estos problemas. Y la noticia de que el gobierno no quiere hacerlo en todo lo que queda de legislatura, además, sabiendo que ya hay una ley de cambio climático que todos los ayuntamientos de 50.000 habitantes antes del 23 tienen que enfrentar sus zonas de bajas emisiones. En un momento donde todo este despliegue de normas alrededor de las etiquetas no se solucionan los problemas de las etiquetas de las motos es un problema que va a continuar la discriminación de los usuarios de moto.

En ciudades como Barcelona, donde las motos son protagonistas, prácticamente se les ha declarado la guerra (al transporte privado) y el Ayuntamiento apuesta por el sharing ¿Qué opinan desde ANESDOR?

Desde ANESDOR nos parece que el sharing es una nueva forma de usar la moto que en un determinado segmento de público tiene buena aceptación y contribuye a conocer la moto, a utilizar la moto y además contribuye a mejorar la movilidad nacional. La apuesta por el sharing nos parece positiva. El problema es que parece que Barcelona deja cada vez más de lado al resto de las motos y esto no tiene sentido. Porque las motos contribuyen a una mejor movilidad. Barcelona básicamente está tratando a las motos privadas exactamente igual que a vehículos mayores. Y esto es injusto. No tiene ningún sentido. Estamos hablando de problemas de congestión, pues no ocupa lo mismo una moto que un coche o una furgoneta u otro vehículo. Estamos hablando de contaminación y el impacto ambiental y la eficiencia es muchísimo mayor. No tiene sentido despreciar la moto y englobarla como el resto de vehículos de cuatro ruedas. Además, Barcelona no termina tampoco de dar una solución de aparcamiento para la moto y es un punto grave. Se quiere bajar las motos de las aceras y todas las políticas son por ese lado pero no se está creando ninguna alternativa para que se pueda aparcar correctamente estas motos y se han creado unas pocas plazas más, pero desde luego, muy lejos de dar cobertura a la realidad del parque de Barcelona.